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La mayoría de estas dolencias está relacionada a causas degenerativas, malas posturas o deformidades o alteraciones en la columna. La prevención es clave.


Cuatro son las áreas en las que se dividen las patologías de columna, comenzando por aquellas lesiones asociadas a accidentes o eventos traumáticos, seguidas de los problemas neoplásicos, tumorales o por metástasis. Pero las más comunes son las degenerativas, por efectos propios del envejecimiento en el ser humano, y las deformidades o alteraciones que surgen en el proceso de crecimiento y madurez ósea en esta zona del cuerpo.

El ortopedista y traumatólogo de la Clínica Medellín, Fabián Manosalva, afirma que en estos dos últimos grupos las causas pueden darse por cuestiones genéticas, que predisponen a los pacientes a favorecer la aparición de algunas de esas deformidades o alteraciones, y de otro lado hay componentes relacionados con el estilo de vida que lleve la persona, como sobrepeso, sedentarismo, malas posturas, técnicas y esfuerzos inadecuados al ejercitarse, que aumentan el deterioro de la columna.

Algunas lesiones comunes son la escoliosis o la cifosis, que coinciden en curvaturas y desalineaciones de la columna vertebral.

El manejo

La mayoría de las patologías degenerativas, cerca del 90 % de los casos, se maneja de forma conservadora mediante el uso de medicamentos, fisioterapia y bloqueos cuando es necesario, dice Manosalva.

Este último recurso es recomendado solo en aquellos pacientes que, luego de la evaluación previa, de insistir con medicamentos y las terapias, y de acudir a las ayudas diagnósticas, no tienen una buena respuesta al tratamiento y se requiere de una instancia más para mejorar su dolor.
Hay diferentes tipos de bloqueos, señala el ortopedista, que dependen de la causa que origina la lesión. Algunos pacientes requieren de uno epidural en la parte baja de la espalda, y otros del nervio o del músculo que, en el análisis, se identifique como la zona donde se gesta la dolencia.

La prevención

En esta época se han incrementado las consultas relacionadas con las lesiones o dolores en la espalda, producto del cambio de hábitos al trabajar, ya que muchas personas lo están haciendo desde sus casas.

Se debe procurar contar con los elementos indispensables que les permitan tener las posturas adecuadas en la realización de sus actividades. Entre ellos:

• Sillas ergonómicas adaptadas a la persona: no puede ser la misma una para alguien que mide 1,60 metros a otro de 1,90 metros.
• Que el escritorio esté a una altura en la que el ángulo de extensión de los codos tenga entre 90 y 100 grados.
• El monitor debe quedar en línea recta a los ojos.
• Utilizar descansapies.
• No trabajar en la cama o el sofá.
• Realizar pausas activas cada dos horas, así sea por periodos cortos. Estar por tiempos prolongados en la misma posición favorece las molestias en los músculos y la estructura ósea de la columna.
• Evaluar la visión, pues a veces la alteración de la visión genera posiciones inadecuadas en el cuello.

De acuerdo con el doctor Manosalva, entre el 70 y el 80 por ciento de la población sufre lesiones en la columna. Hay que estar atentos a dolores lumbares que no mejoran después de tres a cuatro días, asociados a fiebre, pérdida de peso, sudoración en las noches, que no permitan conciliar el sueño o que se extiendan a las extremidades con pérdida de fuerza y de sensibilidad.

Cuando alguna de estas señales se activa, lo recomendable es consultar con los especialistas antes de que el daño se agrave y sea demasiado tarde.


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