La enfermedad por reflujo gastroesofágico se produce cuando el ácido del estómago fluye con frecuencia hacia el tubo que conecta la boca y el estómago (esófago). Este retroceso de ácido (reflujo ácido) puede irritar el revestimiento del esófago.
El reflujo gastroesofágico aparece cuando el contenido del estómago fluye nuevamente hacia el esófago. Esto sucede cuando la válvula situada entre el estómago y el esófago, denominada esfínter esofágico inferior, no se cierra de manera adecuada.
Según comenta el doctor Santiago Sánchez Londoño, gastroenterólogo de la Clínica Medellín, los síntomas más comunes de la enfermedad del reflujo gastroesofágico son la acidez y/o la regurgitación ácida.
Nuestro invitado explica además que la acidez es una sensación de ardor que se siente detrás del esternón, y aparece cuando los contenidos gástricos irritan el recubrimiento normal del esófago.
Además, el doctor Sánchez detalla que la regurgitación ácida es la sensación de que los fluidos gástricos suben a través del pecho pudiendo llegar hasta la boca.
Otros síntomas menos comunes que también pueden estar asociados con el reflujo gastroesofágico incluyen dolor de pecho sin motivo aparente, jadeos, dolor de garganta, sensación de carraspera en la garganta, sabor amargo en la boca y tos, entre otros.
Causas
Según explica el gastroenterólogo de la Clínica Medellín, el reflujo gastroesofágico ocurre cuando hay un desequilibrio entre los mecanismos de defensa normales del esófago y los factores ofensivos tales como el ácido y otros jugos y enzimas digestivas del estómago.
Nuestro invitado expone que a menudo, la barrera entre el estómago y el esófago está afectada por el debilitamiento del músculo (esfínter esofágico inferior).
Otra razón es la presencia de una hernia de hiato, donde una parte del estómago está desplazada hacia el pecho. Las hernias de hiato, sin embargo, son comunes y no todas las personas que tienen hernia de hiato presentan reflujo.
Una causa muy importante de reflujo es la obesidad ya que el aumento de la presión en el abdomen sobrepasa la barrera entre el estómago y el esófago. La obesidad, el embarazo, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol y de diversos alimentos irritantes pueden contribuir a los síntomas del reflujo.
Diagnóstico
Cuando un paciente experimenta síntomas comunes de la enfermedad del reflujo gastroesofágico, principalmente acidez y/o regurgitación ácida, por lo general no es necesario realizar exámenes adicionales antes de comenzar el tratamiento. Si los síntomas no responden al tratamiento, o si aparecen otros síntomas tales como pérdida de peso, dificultad para deglutir o sangrado interno, puede resultar necesario la realización de estudios adicionales como es el caso de la Ph-metría esofágica con impedancia (este examen se realiza ya en el recién inaugurado Servicio de Fisiología digestiva de Clínica Medellín) y la endoscopia.
Tratamiento
Los síntomas del reflujo suelen desaparecer cuando se reducen o eliminan los excesos en la dieta o en el estilo de vida que causan los síntomas. Nuestro doctor invitado recomienda siempre comer hasta la saciedad, no hasta la llenura excesiva.
Otro aspecto importante y que puede resultar muy útil, según resalta el doctor Santiago Sánchez, es dormir con la cabecera de la cama elevada o dormir para hacia el lado izquierdo; eliminar el consumo de cigarrillo y moderar el de licor, así como buscar identificar y eliminar de la dieta las comidas que puedan desencadenar los síntomas del reflujo.
Si los síntomas persisten, los alginatos o antiácidos de venta libre pueden disminuir las molestias. Estos medicamentos, sin embargo, solo funcionan durante un tiempo limitado para tratar el reflujo, pero no las complicaciones de la enfermedad.
Entretanto, los antagonistas receptores de histamina H2 disminuyen la producción de ácidos en el estómago. Estos medicamentos funcionan bien en el tratamiento de los síntomas leves del reflujo, son bastante seguros y presentan pocos efectos colaterales, aunque son de difícil acceso actualmente en Colombia.
Los inhibidores de la bomba de protones, por su parte, son muy efectivos para el tratamiento del reflujo, según destaca nuestro invitado. Estos medicamentos actúan bloqueando el paso final de la producción de ácidos en el estómago y habitualmente se toman una o dos veces al día antes de las comidas. Los inhibidores de la bomba de protones constituyen la terapia médica más efectiva para los síntomas habituales del reflujo, pero requieren un estricto, periódico y consistente uso para su efectividad.
Por último, se debe considerar la cirugía en aquellos pacientes con enfermedad del reflujo bien documentada, que no puedan tolerar los medicamentos o que continúan presentando regurgitación como síntoma primario.