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La disautonomía se origina por una alteración del sistema nervioso autónomo, encargado de controlar acciones involuntarias como la frecuencia cardíaca y respiratoria, la presión arterial, el ensanchamiento o estrechamiento de los vasos sanguíneos y la respuesta al estrés. Un programa orientado de rehabilitación ayuda a mejorar esta condición.


Juan Fernando Martínez, especialista en riesgo cardiovascular, magister en cardiología y quien además es coordinador del programa de Rehabilitación Cardíaca de la Clínica Medellín, nos explica que la disautonomía es un trastorno del sistema nervioso que controla el corazón, los pulmones y los órganos internos en general.

Agrega además que es una entidad que se vuelve muy incapacitante en las personas que la padecen porque empiezan a sufrir de mareos e incluso desmayos, llegando a tal punto que las personas se incapacitan por completo y les da temor salir de sus casas por la sintomatología que presentan.

Sintomatología

Según explica nuestro invitado, los síntomas principales que se presentan en la disautonomía es el mareo, la sudoración fría, en algunos casos, sensación de opresión en el pecho con la sensación de pálpitos (taquicardia), que es una respuesta a los cambios que se están produciendo a nivel de la presión arterial, el pulso, y el cuerpo tratando de compensar estos cambios.

Generalmente la gente llega a presentar desmayos y es necesario clarificar el origen de estos, bien sea si es por un problema neurológico, cardíaco o de otra índole.

Beneficios de la rehabilitación en la disautonomía
Cuando el paciente tiene el diagnóstico de disautonomía establecido por el cardiólogo, que normalmente este se hace después de que le han efectuado un examen que se llama Tilt Test o examen de mesa basculante.

Este es un examen para observar las variaciones de ritmo cardíaco y presión arterial latido a latido, en relación con los cambios de inclinación, lo que permite determinar las posibles causas de una pérdida de conciencia (sincope) y trastornos del sistema nervioso autónomo, como es el caso de la disautonomía.

“El paciente ingresa a hacer ejercicio monitorizado con el fin de controlar los signos y los síntomas propios de la disautonomía. Entonces se mejora su capacidad para hacer ejercicio, pero a la vez se le enseñan técnicas especiales para controlar los síntomas, como son ejercicios de fuerza isométrica, respiración. También se insiste mucho en el uso de medias de gradiente de presión y la hidratación constante para mantener unos niveles de presión arterial mucho más normales y evitar así la aparición de los síntomas”, puntualiza el es coordinador del programa de Rehabilitación Cardíaca de la Clínica Medellín.

Normalmente el tratamiento ideal de rehabilitación consiste en 36 sesiones vigiladas y monitorizadas, pero obviamente esto dependerá de la necesidad puntual que tenga cada paciente.

“Como todos los procesos de rehabilitación cardíaca, los pacientes hacen un trabajo vigilado y monitorizado dentro de la clínica y un trabajo en la casa, entonces el promedio normal va entre 12 y 36 sesiones, dependiendo de la orden del médico tratante”, aclara Martínez.

Recomendaciones

Nuestro especialista en riesgo cardiovascular y magister en cardiología de Clínica Medellín afirma que “la recomendación que podríamos entregarle a las personas que de pronto ya han sido diagnosticadas con disautonomía y quisieran optar por hacer un proceso de rehabilitación para mejorar su condición es que buscaran de la mano de su médico tratante una remisión para un centro de rehabilitación acreditado”.

Es importante aclarar, que Clínica Medellín cuenta con un servicio de rehabilitación cardíaca con una oferta completamente funcional y con excelentes profesionales en el cual podríamos atender su rehabilitación, siempre y cuando esté acompañada por una orden de servicio con remisión dirigida a nuestra institución.




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