La insistencia le conviene: ¡use bien el tapabocas!

Pese a que a algunas personas les puede resultar incómodo usarlo por tiempos prolongados, la evidencia indica que no acatar las recomendaciones puede poner en riesgo su salud y la de los demás.

La evidencia es clara, recalca Miguel Pinzón, médico infectólogo de la Clínica Medellín: una de las formas más comunes de transmisión del virus de la COVID-19 es por aerosoles, es decir por las micropartículas que expelemos las personas al hablar, sin necesidad de que lo hagamos en un tono alto, o sin que tosamos, ya que estas quedan suspendidas en el aire durante un tiempo determinado. Por eso, la barrera más efectiva es el uso de la mascarilla o tapabocas.

No utilizar este accesorio, o hacerlo de forma inadecuada, pone en riesgo su salud y la de quienes están cerca a usted.

El doctor Pinzón aclaró algunas de las inquietudes más frecuentes que han surgido en las últimas semanas, entendiendo que para muchas personas puede resultar incómodo el uso del tapabocas por un tiempo prolongado o en circunstancias como estar dentro de su hogar o comiendo en un restaurante.

¿Qué tapabocas es el más recomendado?

La mascarilla más recomendada en caso de que alguien deba tener contacto con un contagiado por COVID-19 es la N95, en especial si es personal de la salud. En las demás circunstancias, se puede usar una de tipo quirúrgico, más convencionales.

¿Cómo utilizarlo cuando vamos a un restaurante?

En palabras del médico Pinzón, mientras sigan los picos altos de contagios, “es irresponsable” ir a un restaurante. “Lo mejor es pedir domicilio o recogerlo para consumo en casa”, ya que es difícil identificar si uno de los comensales está contagiado y que cuando hable –o tosa– las micropartículas queden suspendidas, propagando el virus.

En caso de que se decida visitar un restaurante, hay que cerciorarse de que las mesas estén “muy separadas” y que la estadía no será prolongada y sin hablar demasiado, con un uso permanente del tapabocas, retirándoselo solo para ingerir los alimentos.

“No lo ponga sobre la mesa, ya que se puede contaminar, ni tampoco lo deslice hasta el cuello”, resalta el doctor.

¿Se debe usar el tapabocas dentro de la casa?

Si en el hogar no hay familiares contagiados, se puede permanecer sin mascarilla, salvo si una de las personas presenta un perfil de alta exposición al virus, ya sea por sus labores o porque debe salir a la calle con frecuencia por diferentes razones. Lo recomendado en ese caso es que sí se utilice el accesorio, para evitar desenlaces fatales.

El panorama cambia si alguna de ellas está con síntomas o con diagnóstico positivo –aún si es asintomática–. La mascarilla debe portarse en todo momento hasta que pase el periodo de incubación o de síntomas.

¿Sirve el uso de pañoletas y bufandas?

De acuerdo con el doctor Pinzón, no hay evidencia de la efectividad del uso de pañoletas y bufandas en caso de no tener a la mano un tapabocas. “Serían útiles solo en caso de urgencia, pero lo correcto es que vayan acompañados de la mascarilla”.

¿Cada cuanto se debe cambiar o botar?

Los tapabocas desechables no se deben reutilizar, si deben botarse una vez termine su uso. La duración dependerá de las instrucciones del fabricante.

En cuanto a las mascarillas de tela que sean reutilizables, se deben lavar frecuentemente con agua y jabón, y cambiarles el filtro con regularidad de acuerdo con el ciclo de vida que determine su fabricante. Se recomienda que al secarlos sean expuestos a los rayos del sol, lo cual sirve para inactivar el virus.

¿Se deben usar a la vez el tapabocas y la visera?

No es una medida obligatoria, pero sirve para extender la barrera contra el virus, ya que previene su transmisión por conjuntiva, es decir por los ojos. Lo que sí se recomienda es la doble protección en mayores de 60 años, para disminuir el riesgo de contagio.

¿Qué pasa si se usa el tapabocas por un tiempo prolongado?

Aunque se recomienda su uso obligatorio en todo momento en espacios donde se puedan presentar contacto con otras personas, la piel necesita un respiro.

“El uso prolongado atrae problemas derivados de llevar la cara tapada con frecuencia, también conocida como oclusión. “Esto altera el microambiente de la piel, aumentan la humedad y la temperatura, y se concentra el gas respiratorio”, advierte el médico dermatólogo Alejandro Acosta, de la Clínica Medellín.

Como método de prevención, el dermatólogo recomienda el uso frecuente de bloqueador solar y de cremas hidratantes especiales para el rostro, que no producen acné y sean hipoalergénicas, es decir que no ocasionen dermatitis.