La tecnovigilancia garantiza una atención a prueba de fallas

Cualquier equipo que utilice tecnología no está exento de una falla, pero la vigilancia permanente de su funcionamiento y el mantenimiento correcto y periódico minimizan los riesgos y garantizan que, en caso de presentarse algún problema, el protocolo correctivo opere sin problemas y blinde al paciente de riesgo alguno.

Esta es la premisa con la cual hace diez años funciona en la Clínica Medellín el programa de tecnovigilancia, un trabajo conjunto entre los servicios de Farmacia y Mantenimiento de la institución y regulado por el Ministerio de Salud, que garantiza que haya un control estricto de cada uno de los procesos en los que están involucrados dispositivos médicos y equipos biomédicos, que junto a los medicamentos comprenden el grupo de las tecnologías en salud.

Héctor Alejandro Holguín Yepes, químico farmacéutico de la clínica, explica que aparte de los medicamentos (jarabes, inyecciones, tabletas), los equipos y dispositivos sirven para diagnosticar, tratar o prevenir las enfermedades en la atención del paciente.

Los dispositivos médicos comprenden, entre otros, las jeringas, los equipos para la administración de medicamentos y las agujas, y son regulados por el Invima; al igual que los medicamentos, estos tienen registro sanitario y son objeto de un proceso estricto de control de calidad para evitar que causen daños a los pacientes.

Los equipos biomédicos, por su parte, son requeridos para el tratamiento y el sostenimiento de la enfermedad, pero a diferencia de los dispositivos, estos necesitan una fuente eléctrica por sus componentes electrónicos. Entre ellos se destacan los glucómetros, las bombas de infusión, los tomógrafos y los rayos X.

¿En qué consiste el programa?

La tecnovigilancia vigila el correcto funcionamiento de los dispositivos y equipos, garantizando que, durante la atención en salud del paciente, todo lo que estos requieren haya pasado por un proceso de calidad, desde la compra hasta su uso, cerciorándose de que el personal ha sido capacitado para su operación, que las condiciones de almacenamiento son las adecuadas y que no alteren su operación.

“Como Servicio Farmacéutico trabajamos de la mano con el área de mantenimiento, área que con sus ingenieros expertos en equipos biomédicos someten a estos a un control estricto de funcionamiento”, aclara Héctor Holguín.

Añade que el área de mantenimiento cuenta con un cronograma de mantenimiento que garantiza que de forma periódica (trimestral, semestral, anual, dependiendo del equipo) se realice la verificación de su funcionamiento.

Los eventos que se pueden mitigar con la tecnovigilancia

• Una aguja averiada al colocarse una inyección de insulina en el abdomen.
• Una sutura rota.
• Una bomba de infusión que varíe la dosis del medicamento.
• Un error en la lectura del glucómetro.
• Un daño en el tomógrafo.

El protocolo en caso de presentarse una falla

Cuando un equipo o dispositivo presenta un problema, este de inmediato es puesto en cuarentena para evitar su utilización, y se procede a su reparación.

Para no afectar el servicio, la Clínica Medellín cuenta con la disponibilidad de equipos o dispositivos en sus dos sedes, El Poblado y Occidente, que se complementan en la atención.

Si el equipo o dispositivo es único, existen convenios con proveedores externos u otras instituciones que se encargan de que el paciente pueda acceder a la debida atención y no esté en riesgo su salud.