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El Herpes Zóster pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Por lo general, se manifiesta como una sola franja de ampollas que envuelve el lado izquierdo o derecho del torso. Popularmente se le conoce como “Culebrilla” y es acusada por el virus de la varicela zóster.


Según nos explica el doctor Juan Felipe Nieto, dermatólogo de la Clínica Medellín, el Herpes Zóster es una infección viral causada por el virus de la varicela zóster, el mismo que causa la varicela principalmente en la infancia.

“Este virus de la varicela permanece inactivo en el cuerpo en los ganglios nerviosos y puede reactivarse décadas después como herpes zóster por debilitamiento del sistema inmune, cambios fuertes de temperatura o estrés, entre otros”, puntualiza el doctor Nieto.

Implicaciones y síntomas

En cuanto a las implicaciones de la enfermedad, nuestro dermatólogo invitado señala que puede incluir principalmente dolor intenso, presencia de ampollas en piel, compromiso ocular, neurológico y auditivo por inflamación de los nervios.

“Los síntomas principales son dolor unilateral, picazón, sensación de ardor y, posteriormente, la aparición de ampollas siguiendo un trayecto lineal. También puede presentarse una parálisis motora de la zona afectada”, enfatiza el médico de la Clínica Medellín.

Diagnóstico y factores de riesgo

En lo que respecta al proceso diagnóstico, el doctor Nieto manifiesta que generalmente implica, de forma inicial, la evaluación de los síntomas clínicos y la apariencia de las lesiones de la piel. “La presencia del virus puede confirmarse mediante pruebas de laboratorio como cultivos virales, pruebas moleculares avanzadas o pruebas histológicas como el análisis del líquido de las ampollas”, aclara.

Ya hablando de los factores de riesgo, nuestro experto invitado señala que, algunos de ellos pueden ser, edad avanzada, estrés, lesiones cutáneas previas, cambios de temperatura agresivos y debilitamiento del sistema inmune por enfermedades sistémicas.

Tratamiento y prevención de la enfermedad

El doctor Juan Felipe Nieto nos explica que los tratamientos se basan en medicamentos antivirales para reducir la gravedad y la duración de la enfermedad, y analgésicos para controlar el dolor.

“Estos tratamientos pueden darse de forma oral o intravenosa dependiente del compromiso y el estado del paciente”, aclara el médico de Clínica Medellín.

En lo que se refiere a la prevención de la enfermedad, el doctor Nieto pondera que se puede lograr mediante la vacunación contra la varicela zóster, especialmente para personas mayores de 50 años y aquellos con sistemas inmunológicos debilitados.

Según concluye nuestro invitado, mantener un estilo de vida saludable y reducir el estrés también puede ayudar a prevenir la reactivación del virus.


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