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La endocarditis es una inflamación del revestimiento interno de las cavidades y las válvulas del corazón (endocardio) que puede poner en riesgo la vida. La endocarditis, por lo general, se debe a una infección.


Según nos explica el doctor Sebastián Portillo, cirujano cardiovascular de la Clínica Medellín, regularmente la endocarditis es generada por una infección. Las bacterias, los hongos u otros gérmenes ingresan al torrente sanguíneo y se adhieren a las zonas dañadas del corazón.

Los factores que aumentan las probabilidades de que se produzca una endocarditis incluyen válvulas cardíacas artificiales, válvulas cardíacas dañadas u otros defectos del corazón.

Es muy importante entender, recalca nuestro invitado, que, si no se recibe un tratamiento inmediato, la endocarditis puede dañar o destruir las válvulas cardíacas.

Generalmente los tratamientos endocarditis infecciosa incluyen medicamentos y cirugía.

Síntomas

Los síntomas de la endocarditis pueden variar de una persona a otra. La endocarditis puede desarrollarse lenta o repentinamente. Depende del tipo de gérmenes que provoquen la infección y si hay otros problemas cardíacos.

El doctor Portillo destaca que, dentro de la sintomatología, lo más común es que los pacientes tengan una fiebre persistente, así como síntomas asociados a esta y malestar general. Por lo general los pacientes de manera secundaria presentan un mal funcionamiento en su corazón, por lo regular porque hay una válvula comprometida, es también común que el paciente se empiece a ahogar o alcanzar y que presente hinchazón en las piernas”, puntualiza nuestro invitado.

Los síntomas comunes derivados por la endocarditis incluyen los siguientes:

• Dolor en las articulaciones y los músculos
• Dolor en el pecho cuando respiras
• Fatiga
• Síntomas similares a los de la gripe, como fiebre y escalofríos
• Sudoraciones nocturnas
• Falta de aire
• Hinchazón en los pies, las piernas o el vientre
• Un sonido sibilante nuevo o modificado en el corazón (soplo)

Entre los síntomas menos frecuentes de la endocarditis se pueden incluir los siguientes:

• Pérdida de peso sin causa aparente
• Sangre en la orina
• Sensibilidad debajo de la caja torácica (bazo)
• Manchas planas de color rojo, morado o marrón, sin dolor, en las plantas de los pies o en las palmas de las manos (lesiones de Janeway)
• Bultos de color rojo o morado que provocan dolor o parches de piel más oscura (hiperpigmentada) en la punta de los dedos de las manos o de los pies (nódulos de Osler)
• Manchas redondas pequeñas de color morado, rojo o marrón en la piel (petequias), en la parte blanca de los ojos o en el interior de la boca

Causas

Según nos revela el doctor Portillo, la endocarditis, por lo general, se debe a una infección por bacterias, hongos u otros gérmenes. Los gérmenes ingresan en el torrente sanguíneo y se desplazan hasta el corazón. Una vez allí, se adhieren a las válvulas cardíacas dañadas o al tejido cardíaco dañado.

Normalmente, el sistema inmunitario del cuerpo destruye las bacterias dañinas que ingresan al torrente sanguíneo. Sin embargo, en las circunstancias correctas, las bacterias presentes en la piel o en la boca, la garganta o los intestinos pueden ingresar al torrente sanguíneo y provocar una endocarditis.

Diagnóstico

Nuestro cardiólogo invitado, expone que usualmente la sospecha diagnóstica se establece cuando existe un proceso infeccioso con fiebre persistente sin que exista un foco aparente de la infección, sobre todo si se asocian soplos u otros síntomas cardiacos y en pacientes con cardiopatías que predisponen a la endocarditis.

Para realizar el diagnóstico es importante demostrar la presencia de los microorganismos en la sangre y detectar las vegetaciones (generalmente situadas en las válvulas cardíacas).

Para detectar los microorganismos en la sangre se realizan hemocultivos, que son cultivos de sangre de la persona enferma en condiciones especiales que favorecen el crecimiento del microrganismo. Además de detectar el microorganismo causal de la endocarditis, los hemocultivos también sirven para seleccionar el tratamiento más adecuado para ese microorganismo en concreto.

Las vegetaciones se detectan mediante las técnicas de imagen cardíaca. Generalmente se realiza primero un ecocardiograma transtorácico (desde el exterior del tórax). Si esta técnica no muestra las vegetaciones y existe alta sospecha, pueden realizarse otras técnicas, como un ecocardiograma transesofágico (mediante un tubo que se introduce por la boca hasta el esófago), que es más sensible pero también más agresivo.

El ecocardiograma también aporta datos sobre el estado de la válvula sobre la que se asienta la endocarditis y del funcionamiento global del corazón.

Básicamente, agrega el doctor Portillo, estos son los dos pilares para el diagnóstico de la endocarditis infecciosa.

Tratamiento

Nuestro cardiólogo invitado explica que, en el tratamiento inicial para la enfermedad, lo básico es un diagnóstico lo más rápido posible, lo segundo es identificar si hay bacterias en la sangre o infección en la sangre con la toma de los cultivos de la sangre, tercero empezar el antibiótico en caso de que se diagnostique lo más rápido posible y cuatro determinar si el paciente requiere o no tratamiento quirúrgico.

El tratamiento de la endocarditis, entonces, tiene que cubrir los siguientes aspectos:

• Tratar la infección, generalmente mediante antibióticos intravenosos. El tratamiento antibiótico inicialmente es empírico (sin conocer con detalle el microorganismo causal) y posteriormente se selecciona en función del microorganismo aislado en los hemocultivos. Normalmente dura varias semanas.
• Tratar las complicaciones derivadas de la endocarditis (insuficiencia cardiaca, embolias).
• Tratamiento quirúrgico, indicado en aquellos casos en que es necesario sustituir la válvula afectada por una prótesis, cuando existen abscesos o cuando el riesgo de que se produzcan embolias es muy alto.

Factores de riesgo

• Edad avanzada. La endocarditis es más frecuente en adultos mayores de 60 años.
• Válvulas cardíacas artificiales. Los gérmenes son más propensos a adherirse a una válvula cardíaca artificial (protésica) que a una válvula cardíaca normal.
• Válvulas cardíacas dañadas. Algunas enfermedades, como la fiebre reumática o una infección, pueden dañar o dejar una cicatriz en una o más válvulas cardíacas, lo que aumenta el riesgo de infección. Tener antecedentes de endocarditis también aumenta el riesgo de infección.
• Defectos cardíacos congénitos. Nacer con determinados tipos de defectos cardíacos, como un corazón con ritmos cardíacos anormales o válvulas cardíacas dañadas, aumenta el riesgo de contraer infecciones cardíacas.
• Dispositivo cardíaco implantado. Las bacterias pueden adherirse a un dispositivo implantado, como un marcapasos, y provocar una infección del revestimiento del corazón.
• Consumo de sustancias ilegales intravenosa. Agujas contaminadas puede provocar infecciones como la endocarditis. Las agujas y jeringas contaminadas son una preocupación especial para las personas que consumen sustancias ilegales intravenosa, como la heroína o la cocaína.
• Mala higiene dental. Tener una boca y unas encías sanas son esenciales para una buena salud. Si no te cepillas los dientes y usas hilo dental con regularidad, las bacterias pueden crecer dentro de tu boca e ingresar al torrente sanguíneo a través de un corte en las encías. Algunos procedimientos dentales que pueden cortar las encías también pueden permitir el ingreso de bacterias en el torrente sanguíneo.
• Uso de catéter a largo plazo. Un catéter es una sonda delgada que se utiliza en algunos procedimientos médicos. Tener un catéter colocado durante mucho tiempo (catéter permanente) aumenta el riesgo de endocarditis.

Complicaciones

En la endocarditis, las aglomeraciones irregulares de gérmenes y trozos de células forman una masa en el corazón. Estas masas se denominan vegetaciones. Pueden desprenderse y desplazarse hacia el cerebro, los pulmones y otros órganos. También pueden desplazarse hacia los brazos y las piernas.

Las complicaciones de la endocarditis pueden incluir las siguientes:

• Insuficiencia cardíaca
• Daño en las válvulas cardíacas
• Accidente cerebrovascular
• Bolsas de pus acumulado (abscesos) que se forman en el corazón, el cerebro, los pulmones y otros órganos
• Coágulos sanguíneos en una arteria del pulmón (embolia pulmonar)
• Daño en los riñones
• Agrandamiento del bazo

Prevención

En materia de prevención, el doctor Sebastián Portillo indica que su recomendación es siempre ante fiebres persistentes, es decir, fiebres de 5 o 6 días que no mejoren con el tratamiento usual que se hace (un ciclo corto de antibióticos) siempre consultar, estar muy atento a que no se presente hinchazón en las piernas o los síntomas ya descritos que generen un deterioro franco en la salud.

En pacientes que no tienen una buena higiene oral, tener una buena higiene oral porque los problemas odontológicos son un foco muy común para el ingreso de la infección a la sangre.

Por último, no consumir drogas intravenosas ilícitas. Las agujas sucias pueden enviar bacterias al torrente sanguíneo y aumentar el riesgo de endocarditis.


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