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El uso y consumo de medicamentos, suplementos dietarios, dispositivos médicos y otro tipo de elementos que no están avalados por la autoridad sanitaria puede poner en riesgo su salud. Siga estas recomendaciones y prevenga situaciones inesperadas.


No deja de ser sospechoso que en un semáforo o en la calle alguien ofrezca la “cura milagrosa” contra la diabetes, la solución efectiva contra la obesidad o la bebida que es la salvación contra la impotencia sexual, productos que en algunos casos ni la misma ciencia de la medicina ha logrado elaborar o en otros ningún farmacéutico responsable vendería sin tener la autorización o aprobación de un médico certificado.

Pero ocurre que algunas personas incautas caen en esas ofertas y se dejan llevar por la promesa, sin tener cuidado de las consecuencias que esta les puede acarrear a su salud, además de que en últimas no logran el objetivo que buscaban.

Héctor Holguín, químico farmacéutico de la Clínica Medellín, recuerda que todos los productos que entran dentro de las categorías de medicamentos, dispositivos médicos, suplementos dietarios, cosméticos, fitoterapéuticos y homeopáticos, al ser utilizados para la salud humana, deben estar avalados por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos –Invima–.

“Estos pasan por unas pruebas rigurosas que consisten en la presentación de la documentación técnica con las cuales el Invima autoriza su comercialización por parte del laboratorio y le brinda la seguridad de que el contenido que está declarando en su etiqueta”, advierte Holguín.

¿Cómo identificar si un producto está avalado para su venta?

Los ciudadanos comunes y corrientes, que no tienen conocimientos científicos que les permitan dilucidar si un producto cumple o no con ese aval, tienen forma de saber si su venta está permitida.

Una manera de hacerlo es consultando el registro sanitario en el sitio web del Invima, entidad que tiene publicados los listados de los productos que cumplen esta condición.

Los productos deben tener visibles en sus empaques el número del registro, que les servirá para afinar la búsqueda en el listado. En algunas oportunidades estas etiquetas son falsificadas, por lo tanto, la sugerencia siempre es ir al sitio web y confirmar.

Otra forma de saberlo es comprando los productos en sitios de confianza que les garantice que no les venderán elementos que no están autorizados para su libre comercialización.

Productos que ofrecen como “curas milagrosas”

Tenga cuidado si en algún lugar le ofrecen algunos de los siguientes productos, pues puede estar expuesto a una venta que no cuenta con la autorización de la autoridad competente y que pondrá en riesgo su salud ya que su contenido no está avalado por la ciencia. Algunos de los ejemplos más comunes son:

• Bebidas para la impotencia sexual y la disfunción eréctil: algunas veces estas son ofrecidas con mezclas de medicamentos que están contraindicados para pacientes con enfermedades cardiovasculares y el efecto colateral puede ser peor.

• Productos que curan la diabetes: esto es falso, la diabetes no se cura con ninguna sustancia milagrosa, de hecho, esta enfermedad no tiene una cura definitiva.

Una de las consecuencias más graves, además de los efectos en la salud, es que legalmente no hay forma en que alguien responda por las circunstancias que acarree la mala decisión de elegir un producto no avalado, y esta, por sí misma, ya debería ser una condición para evitar el uso y el consumo de este tipo de sustancias o medicamentos.

El mensaje, en definitiva, es claro: prevenga estos productos, es por su salud.


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