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Mónica María Peláez Moreno, quien actualmente es jefe de programas especiales de cardiología, manejando el programa de falla cardíaca, es una apasionada por la enfermería y en este artículo relataremos su historia en Clínica Medellín.
El año en que llegó Mónica María a Clínica Medellín fue 1999, es decir, que ajusta ya 24 años de historia en la institución. Su llegada fue algo particular según relata la propia Mónica, pues inicialmente se había presentado para un proceso de selección en la Clínica El Rosario, pero por azares del destino fue recomendada para aspirar a llegar al cargo de enfermera de piso a Clínica Medellín.
Al llegar a la entrevista tuvo la fortuna de ser seleccionada y comenzar un recorrido que hoy ya marca en el calendario más de dos décadas.
“Llegué en el 99 como enfermera de piso a la Sede Centro, allí estuve un año. Luego pasé a El Poblado, más o menos 11 años, y después volví al Centro. En ese entonces estaba la jefe Paulina como coordinadora de enfermería, y yo con frecuencia le colaboraba a hacer labores administrativas. Un día ella (Paulina) me dijo, necesito que tomes una decisión porque me voy a coordinar la Sede Occidente. Y necesito que pienses si quieres ser coordinadora de la Sede Centro y El Poblado”, relata Mónica María Peláez Moreno.
Mónica María comenta que en ese momento tuvo un poco de susto de asumir dicho reto, pero aceptó confiada de sus capacidades y en la experiencia acumulada en la institución.
En las sedes Centro y El Poblado hubo muchos retos, pero me fue muy bien gracias a Dios en esa experiencia. Yo pienso que todos los caminos que he recorrido acá en la clínica he aprendido mucho, tanto en el ámbito profesional como personal”, apunta nuestra profesional destacada en esta edición de nuestro boletín digital.
En ese cargo estuvo durante cuatro años, pero cuando se fueron cerrando los servicios en la Sede Centro, en ese momento de transición, Mónica María comenta que empezó nuevamente a hacer turnos asistenciales (apoyando los servicios de hospitalización) combinando sus responsabilidades administrativas con la parte asistencial.
“O sea, yo nunca me alejé de la de la asistencia porque toda la vida he amado la asistencia”, pondera nuestra invitada, quien luego estuvo efectuando labores asistenciales de lleno en la Sede El Poblado antes de asumir su actual cargo como jefe de programas especiales de cardiología, manejando el programa de falla cardíaca
En la Clínica Medellín, Mónica María ha tenido la oportunidad de coincidir con muchas personas y hacer amistad con algunos de ellos, tanto en la parte asistencial como cuando ha sido jefa, y algo que destaca es que ha intentado siempre mantener muy buenas relaciones con todas las personas.
En el plano personal, la familia de Mónica María está conformada por su esposo y su gata. De igual manera comenta que le encanta “pasear y comer muy bueno”.
Asimismo, nos cuenta que va por lo menos cuatro veces a la semana va al gimnasio, donde busca tranquilidad y recargarse, también nos cuenta que ama el mar, “siempre que salgo de vacaciones, me gusta ir la playa, no sabes cuando disfruto caretear y estar en este lugar”.
Por último, Mónica María destaca que en ella siempre ha permanecido un sentimiento de agradecimiento por la Clínica Medellín, una institución en la que ha disfrutado de su trabajo y se ha enriquecimiento tanto en lo profesional como en lo personal.
Al llegar a la entrevista tuvo la fortuna de ser seleccionada y comenzar un recorrido que hoy ya marca en el calendario más de dos décadas.
“Llegué en el 99 como enfermera de piso a la Sede Centro, allí estuve un año. Luego pasé a El Poblado, más o menos 11 años, y después volví al Centro. En ese entonces estaba la jefe Paulina como coordinadora de enfermería, y yo con frecuencia le colaboraba a hacer labores administrativas. Un día ella (Paulina) me dijo, necesito que tomes una decisión porque me voy a coordinar la Sede Occidente. Y necesito que pienses si quieres ser coordinadora de la Sede Centro y El Poblado”, relata Mónica María Peláez Moreno.
Mónica María comenta que en ese momento tuvo un poco de susto de asumir dicho reto, pero aceptó confiada de sus capacidades y en la experiencia acumulada en la institución.
En las sedes Centro y El Poblado hubo muchos retos, pero me fue muy bien gracias a Dios en esa experiencia. Yo pienso que todos los caminos que he recorrido acá en la clínica he aprendido mucho, tanto en el ámbito profesional como personal”, apunta nuestra profesional destacada en esta edición de nuestro boletín digital.
En ese cargo estuvo durante cuatro años, pero cuando se fueron cerrando los servicios en la Sede Centro, en ese momento de transición, Mónica María comenta que empezó nuevamente a hacer turnos asistenciales (apoyando los servicios de hospitalización) combinando sus responsabilidades administrativas con la parte asistencial.
“O sea, yo nunca me alejé de la de la asistencia porque toda la vida he amado la asistencia”, pondera nuestra invitada, quien luego estuvo efectuando labores asistenciales de lleno en la Sede El Poblado antes de asumir su actual cargo como jefe de programas especiales de cardiología, manejando el programa de falla cardíaca
En la Clínica Medellín, Mónica María ha tenido la oportunidad de coincidir con muchas personas y hacer amistad con algunos de ellos, tanto en la parte asistencial como cuando ha sido jefa, y algo que destaca es que ha intentado siempre mantener muy buenas relaciones con todas las personas.
En el plano personal, la familia de Mónica María está conformada por su esposo y su gata. De igual manera comenta que le encanta “pasear y comer muy bueno”.
Asimismo, nos cuenta que va por lo menos cuatro veces a la semana va al gimnasio, donde busca tranquilidad y recargarse, también nos cuenta que ama el mar, “siempre que salgo de vacaciones, me gusta ir la playa, no sabes cuando disfruto caretear y estar en este lugar”.
Por último, Mónica María destaca que en ella siempre ha permanecido un sentimiento de agradecimiento por la Clínica Medellín, una institución en la que ha disfrutado de su trabajo y se ha enriquecimiento tanto en lo profesional como en lo personal.
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