Carlos Alberto Velásquez gracias a su dedicación y disciplina distribuye su tiempo entre la práctica clínica, el escribir, la docencia y las actividades administrativas como jefe de apoyo asistencial de la Clínica Medellín.
Nuestro profesional destacado nació en Medellín en 1966. Es médico cirujano de la Universidad Pontificia Bolivariana, con especialización en Epidemiología. Sus pasiones las tiene muy claras en su mente y las disfruta muy a su manera, por eso ha aprendido a alternar su profesión médica con las labores administrativas, la docencia y las letras.
Antes de asumir su actual cargo Carlos Alberto fue director en algunos hospitales municipales, trabajó como médico en clínicas de alto nivel de complejidad, en el área de investigación, unidades de cuidados intensivos, cardiología y urgencias. Todas estas facetas las disfrutó y las complementó con el placer de escribir.
Actualmente en su cargo como jefe de apoyo asistencial en la Clínica Medellín tiene encomendadas varias responsabilidades y frentes de trabajo, entre los que se destacan la elaboración de guías y protocolos, la coordinación del Comité de Historias Clínicas, análisis de complicaciones y mortalidad, y lo que tiene que ver con docencia y servicio, es decir, las relaciones interinstitucionales de la clínica con las universidades (recepción de estudiantes residentes y personal en formación para el área de salud).
En Clínica Medellín, Carlos Alberto ajusta ya 24 años, llegó a la institución en 1999, su jubilación está muy próxima, le restan poco más de cuatro años. Cuando llegue su momento de dar un paso al costado, Carlos Alberto tiene claro a qué se va a dedicar, seguirá atendiendo a sus pacientes, disfrutará aún más su matrimonio y escribirá.
Precisamente el amor por las letras es algo que lleva consigo desde muy niño, él nos relata que sus primeros textos los escribía para fotocopiar y vender entre sus amigos de la infancia. Esta pasión le ha llevado a escribir varios libros e incluso ganar importantes concursos de literatura.
Entre sus obras Carlos Alberto recuerda varias de ellas, algunas ya publicadas y otras más que pronto verán la luz. Amelia y otros cuentos, Ane-Doctas de un médico desmemoriado, Cola de Cerdo, el suicida fallido, El retrato del señor Rossi, y otros cuentos, Fuga de ideas, La fuga del paciente y otros cuentos, La historia clínica desde la perspectiva del cuento literario, La monja sin cabeza y otros cuentos y Matar al lobo son algunas de las obras literarias de su autoría y que hoy en día se asoman tímidamente entre documentos e impresiones del improvisado anaquel a modo de biblioteca en su escritorio de trabajo en Clínica Medellín.
Carlos Alberto es un hombre muy familiar, y según nos cuenta es un admirador inagotable de su esposa, Luz Marina, de quien expresa cada día está más enamorado. Con ella ha compartido en matrimonio 33 años. Nuestro profesional destacado tiene dos hijos, Carlos Andrés y María Isabel, quienes son sus otros grandes amores.
En su faceta como cabeza de familia destaca que con sus hijos y esposa sostiene una relación muy cercana y amorosa. Indica que disfruta mucho los espacios en los que la tertulia y la comida tienen principal protagonismo.
En lo que respecta a su participación como miembro del equipo de trabajo de Clínica Medellín, Carlos Alberto manifiesta que ha tenido una historia de amores y odios, en el buen sentido de la palabra, aclara, pues desde su llegada a la institución ha buscado siempre dejar su sello personal, que está principalmente marcado por la pasión, el ímpetu y el deseo de hacer las cosas con profesionalismo y amor.