Lina Marcela, una historia de constancia, dedicación y entrega

Tras 28 años de estar al servicio de la Clínica Medellín, Lina Marcela Ramírez López, asistente administrativa de la Sede El Poblado, sigue sintiendo la misma pasión y motivación que a su llegada a la institución, cuando apenas tenía 18 años.

Lina Marcela Ramírez López desde hace catorce años es la asistente administrativa de la Sede El Poblado de la Clínica Medellín, es Profesional en Negocios Internacionales y una enamorada de su trabajo, su familia y el fútbol.

Lina Marcela llegó a Clínica Medellín hace 28 años, inició sus labores en el Servicio de Urgencias de la Sede Centro de la institución, su primera experiencia fue en el área de Admisiones, luego pasó al área de Facturación del mismo Servicio de Urgencias, cargo que desempeñó por siete años en el horario de la noche, para luego pasar a ser facturadora de piso. Más adelante, tuvo la oportunidad de apoyar a la Clínica en la implementación del proyecto de Historia Clínica Electrónica como digitadora, posteriormente fue promovida al área de Gestión Comercial, para luego dar el salto a su actual cargo como Asistente administrativa en la Sede El Poblado.

Antes de perfilarse para su actual cargo y a la par culminar sus estudios como negociadora internacional, Lina había cursado estudios en comercio exterior, así como una técnica y una tecnología en sistemas.

Ha sido un largo recorrido desde su llegada cuando apenas tenía 18 años, en ese camino siempre ha buscado imprimir su sello personal, uno caracterizado por la constancia, la dedicación y la entrega.

Lina siempre se ha distinguido por su amabilidad, su lealtad y su constante deseo por aprender de cada cargo, de cada proceso, pero, sobre todo, de cada persona. Ella es una convencida de que todas las personas son fuente de aprendizaje y tienen algo valioso que aportar, pero para hacerlo hay que abrir la mente y aprender a valorar cada enseñanza.

La familia y el fútbol, sus otras dos pasiones

En sus tiempos libres Lina nos comenta que le encanta salir a comer y de paseo a los pueblos cercanos, pero hay dos cosas que mueven particularmente su vida, una de ellas es el fútbol y la otra su familia.

Precisamente su familia está formada por su esposo, con quien tiene 20 años de relación, cuatro de muy feliz matrimonio; su madre, su hermana y la pequeña Sofía (de 17 meses), su sobrina y ahijada, por quien siente un especial cariño.

Estas personas en su vida son quienes la motivan, quienes son su motor, quienes le entregan ese refugio y esa recarga constante de energía para su día a día.

Lina dice que su esposo es su cómplice, su compañero de aventuras, de su mamá afirma admirar la responsabilidad y lucha, a su hermana menor, dice agradecerle muchas cosas, pero en especial haberle traído a su vida y a la de su familia a la tierna y amorosa Sofía.

Liderazgo para liderar

Entre sus objetivos a futuro Lina asegura que su deseo es seguir aportando con su trabajo al mejoramiento de la institución. Y, agrega que para lograrlo se debe ser responsable, trata de hacer siempre las cosas bien, confiar, escuchar y aprender de las personas.

Igualmente agradecer a la Clínica por muchas cosas, pero en especial por haberle entregado la oportunidad de emplearla hace 28 años.

Del paso por cada uno de sus cargos Lina tiene muy buenos recuerdos y guarda especial cariño y admiración por cada uno de sus jefes, pero conserva un lugar especial para su actual jefe, Juan Fernando Galvis, por creen en ella y por haberle dado la confianza por tantos años.

Liderazgo para liderar es la frase que aporta Lina al pensar en una enseñanza interiorizada en sus años como miembro del equipo de trabajo de la Clínica Medellín.

A Lina gracias por sus aportes y el deseo irrestricto de que siga cumpliendo con compromiso y pasión su labor en la institución y siga ayudando así a construir la salud persona a persona.