Los portadores del virus de inmunodeficiencia humana o
VIH están expuestos a una serie de complicaciones en su sistema nervioso, las cuales son relacionadas a sus condiciones de salud y que son causadas por tres factores, explica el doctor Óscar David Martínez, neurólogo clínico de la Clínica Medellín.
Son ellas las siguientes:
1. Daños causados por el mismo VIH
Al portar el virus -que, al tenerlo, como explica el doctor Martínez, no quiere decir que el paciente esté enfermo ni que ya tenga Sida, este síndrome es la etapa final del virus-, se pueden manifestar algunos casos como el complejo de demencia Sida o la encefalopatía asociada con el virus del VIH. Estas ocurren cuando el virus ya está en etapas muy avanzadas y produce lesiones en el sistema nervioso central, que generan cambios de comportamiento,
demencia, deterioro cognitivo, pérdida de la memoria, incoherencia, falta de concentración y de la atención.
También se producen daños a nivel de los nervios periféricos, que conllevan a neuropatías, que son la inflamación de dichos nervios; eventos cerebrovasculares que ocasionan infartos cerebrales asociados al Sida, que suscitan unas vasculitis -inflamación de los vasos sanguíneos- y terminan con un infarto en el cerebro.
Hay además lesiones a nivel medular y lesiones tumorales como el linfoma primario en el sistema central, que se pueden extender a cualquier parte del cuerpo.
2. Daños causados por agentes infecciosos
El neurólogo Martínez asevera que estos son derivados de la baja en las defensas que se genera cuando se porta el virus. Esto hace que gérmenes oportunistas aprovechen para ingresar al sistema nervioso, como virus, bacterias, hongos o parásitos, que atacan al organismo.
“El ser humano tiene un sistema de defensa, con los glóbulos blancos, que nos protege las 24 horas de estos agentes infecciosos. Cuando este sistema está disminuido, aparecen enfermedades como la tuberculosis”, señala el especialista.
Esto hace que, por ejemplo, los hongos ataquen al paciente, algo que no es usual que ocurra, con los portadores del virus y con cualquier otra persona.
Otros daños asociados son las infecciones por estreptococos, el criptococo neoforma y la toxoplasmosis cerebral, que es la más común. También la sífilis asociada a hábitos sexuales no adecuados por parte del portador de virus.
Una más es la leucoencefalopatía multifocal progresiva o LMP, que ocurre cuando se reactiva un virus conocido como el JC, que cualquier ser humano lo puede tener, pero se mantiene en estado de latencia o dormido. Cuando las defensas bajan, el LMP lo revive y esto ocasiona casos de demencia irreversible y progresiva.
3. Por los medicamentos
El retroviral que se les suministra a los portadores del virus puede producir, a largo plazo, alteraciones del sistema central y en los nervios periféricos, asociados a problemas cognitivos.
El doctor Martínez aclara que el hecho de que este riesgo esté presente no significa que al paciente se le dejen de suministrar los medicamentos que requiere para su tratamiento, pero se debe hacer un monitoreo permanente por si aparece algún síntoma que amerite un cambio o una suspensión de este.
Señales de alerta
Hay que estar pendientes de que quien porta el virus no advierta de las siguientes señales, que pueden estar alertando sobre una complicación:
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Dolor de cabeza intenso
- Deterioro cognitivo
- Desorientación
- Convulsiones
- Alteración de la marcha
- No siente las piernas