COVID-19: no hay que bajar la guardia, solo hemos ganado tiempo

La curva de contagios sigue creciendo en el país, y en la misma medida el número de fallecimientos y la ocupación de los centros hospitalarios. Recomendaciones para mantener la prevención en una etapa crítica.

Estamos pasando por uno de los momentos más críticos desde que comenzó la pandemia de la COVID-19 en Colombia. Los datos en los primeros días de julio nos reportan cerca de 120 mil casos confirmados en el país, con una cifra que ronda ya los 4.000 fallecidos. Estos números cada día van en aumento y solo cada persona es responsable de que disminuyan, ya que todos somos susceptibles de contagiarnos y de transmitir el virus a nuestros seres queridos.

El deber individual es que disminuya el Número Reproductivo del virus (Ro) –que significa el número de casos, en promedio, que va a ser causado por una persona infectada durante el período de contagio–. Este nuevo virus que estamos enfrentando tiene un Ro de tres, esto quiere decir que una persona infectada puede transmitir la infección a otras tres personas, y a su vez cada una de estas lo hará con otras tres personas, y así sucesivamente, es por esto que debemos tomar medidas para reducir el número de contagios.

La meta es disminuir el número reproductivo del virus, por esto las medidas son individuales y las conocemos como medidas no farmacológicas (uso de mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social). Estas nuevas recomendaciones de prevención que tenemos en nuestra vida diaria son fundamentales para cumplir el objetivo, no solo como ciudad sino como país.

No tirar estos meses de trabajo a la basura

Bajar la guardia en este momento significaría tirar todos estos tres meses de trabajo, contando desde marzo, a la basura. Las entidades gubernamentales tomaron decisiones que aplazaron el pico de la pandemia y nos dieron tiempo a las entidades de salud que sirvió para prepararnos ante el peor escenario, pero de ahora en adelante el trabajo es personal, siendo coherentes con nuestros actos, cumpliendo las medidas a cabalidad.

Sabemos que es una época de muchos sacrificios, que trae cambios a nuestros estilos de vida, pero está en las manos de cada uno lograr la disminución de casos.

Medellín está realizando un trabajo excelente de la mano de los entes territoriales. Es la ciudad donde se puede evidenciar que cumplir las medidas tiene efectos positivos, sin embargo, podemos ver con tristeza las consecuencias negativas en otros territorios donde no se hace caso de las recomendaciones; no esperemos ver la ciudad colapsada para tomar nuevas decisiones, las camas hospitalarias son limitadas y aunque llevamos meses de preparación, si bajamos la guardia no tendremos capacidad para recibir todos los pacientes infectados por COVID-19.

Además, debemos pensar que siguen existiendo patologías y eventos como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, los accidentes de tránsito, que también requieren atención hospitalaria; si nuestro sistema colapsa, estos pacientes tienen pocas oportunidades de atención.

Cada persona es responsable de su comportamiento, sin tener que estar vigilada por los entes gubernamentales. De nuestro actuar hoy depende no solo el futuro de cada uno de nosotros, sino el de nuestras familias.

Como lo dice el conferencista Yokoi Kenji: “en este punto no se salva el país más avanzado, sino la tribu más disciplinada”. Solo esto hará la diferencia en los resultados.