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Esta especialidad tiene vital importancia en eventos de este tipo ya que interviene en la salud y la calidad de la estructura ósea del cuerpo humano. Aquí algunas respuestas claves a inquietudes frecuentes.


El hueso, dice el doctor Nicolás Coronel Restrepo, médico internista y endocrinólogo de la Clínica Medellín, es considerado un órgano con una alta actividad endocrinológica y metabólica. Esto significa que es capaz no solo de regular el desarrollo y crecimiento, sino que en él se integran funciones de otros órganos y tejidos, además de coordinar los procesos metabólicos del organismo a través de la síntesis y la liberación de hormonas que se secretan al sistema circulatorio.

Es por esta razón que los huesos tienen un rol protagónico cuando hablamos de lesiones óseas en adultos mayores, y en especial cuando hablamos de fracturas por fragilidad u osteoporosis.

Con la ayuda del doctor Nicolás Coronel, resolvemos algunas preguntas frecuentes que los pacientes pueden hacerse sobre estas lesiones.

¿Cuál es la relación entre las lesiones óseas y la endocrinología?

Gracias a la investigación en ciencias genéticas, moleculares, básicas y clínicas sabemos que existen sistemas complejos de regulación cruzada entre el esqueleto y muchos otros órganos. De esta forma, se garantiza que el hueso a través del proceso de mineralización, garantice la capacidad de protección y resistencia a las presiones mecánicas, la capacidad de moldearse durante el crecimiento y la capacidad de hospedar calcio y fosfato. Estas funciones generales van a depender de adecuada función de un grupo de hormonas, tales como:
• La hormona del crecimiento (GH).
• Las hormonas tiroideas (T3 y T4).
• Las hormonas sexuales (estrógenos, progesterona, testosterona).
• La insulina.
• Los factores de crecimiento similares a la insulina (IGF).
• Hormonas calciótropas como la parathormona (PTH), la vitamina D y la calcitonina.
• El factor de crecimiento de fibroblastos (FGF23) para el fosfato.

Dice el doctor Coronel que el tejido óseo también alberga la hematopoyesis (formación de glóbulos rojos de la sangre) así como también las células precursoras implicadas en la remodelación de los huesos, como los osteoclastos, que reabsorben el hueso viejo, y los osteoblastos, que fabrican tejido óseo nuevo.

“Además, existen numerosas interacciones entre el tejido óseo y el resto del organismo, como la regulación del apetito y de la función sexual con la leptina– o la participación en la regulación de las células pancreáticas con la osteocalcina agrega el especialista.


¿Cuáles son las enfermedades de origen endocrino que más inciden en el debilitamiento de la estructura ósea y por qué?

La osteoporosis, es un debilitamiento de la estructura ósea que confiere un riesgo elevado de presentado fracturas por fragilidad (aquellas producidas por un bajo impacto, como una caída desde una altura correspondiente a estar de pies, principalmente en el húmero, la muñeca, las vértebras y la cadera). Se caracteriza en este sentido, por la pérdida en la cantidad y la calidad de los huesos.

Estas fracturas, describe Nicolás Coronel, pueden ser asintomáticas (con mayor predisposición en la columna) o se manifiestan con dolor, incapacidad y limitación funcional que llegan a ser intolerables sobre todo en las que son a nivel de cadera.

“Usualmente cuando un paciente acude al servicio médico en el contexto de una fractura por fragilidad requiere de una evaluación interdisciplinaria para determinar los potenciales factores de riesgo que hayan incidido en la aparición de este desenlace”, apunta el médico. La edad avanzada es el principal factor de riesgo en la predicción de la osteoporosis, agrega. Esto es debido a que el proceso de envejecimiento, y la menopausia en las mujeres, generan cambios estructurales en el hueso.

Otros factores de riesgo son:

• La presencia de una fractura previa de bajo impacto después de los cuarenta años.
• La menopausia precoz.
• La historia parental de fractura de cadera.
• El bajo índice de masa corporal
• La presencia de enfermedades endocrinológicas o no endocrinológicas como diabetes, hipertiroidismo, hiperparatiroidismo, síndrome de Cushing, artritis reumatoide, espondilo artritis, enfermedad de Crohn, cirrosis biliar primaria, hemocromatosis, entre otras.

Coronel advierte que existen otros factores de riesgo como el uso de ciertos medicamentos o sustancias como glucocorticoides, terapias que reducen las hormonas sexuales, quimioterapia, algunos anticonvulsivantes como el fenobarbital, fenitoína, primidona, valproato, carbamazepina, inhibidores de bomba de protones como el omeprazol cuando se usan por más de un año, uso prolongado de progestágenos como la medroxiprogesterona, altas dosis de hormona tiroidea, litio, Warfarina, inhibidores de proteasas, inhibidores de la recaptación de serotonina, que predisponen también a la presencia de osteoporosis.

¿Cuáles son sus recomendaciones para prevenir estas fracturas óseas?

La mejor forma de prevenir el desenlace clínico de la osteoporosis, es decir la fractura por fragilidad, es realizando una detección adecuada y oportuna, comenta el especialista.

Esto lo sugiere debido a que muchos de los pacientes mayores de sesenta años no son evaluados para detectar esta enfermedad, a pesar de que esta aumenta con la edad y se asocia con una mortalidad elevada.

Un método de detección recomendado es la densitometría ósea central medida por absorciometría con rayos X de energía dual (DXA), ya que permite, con baja radiación, bajo costo, facilidad de uso, tiempos cortos de medición y la gran disponibilidad en la mayoría de las ciudades, medir la densidad mineral ósea (DMO) en columna y cadera, y en ocasiones especiales (usualmente cuando estos dos sitios anatómicos no son evaluables o interpretables) también se podría medir a nivel del brazo.

Las recomendaciones actuales para solicitar una DXA son:

• Mujeres y hombres con edad mayor o igual a 65 años.
• Mujeres y hombres menores de 65 años si tienen un factor de riesgo de baja masa ósea como bajo peso corporal, fractura previa por fragilidad, uso de medicamentos de alto riesgo como los ya enunciados, enfermedad o condición asociada a pérdida de la densidad mineral del hueso (menopausia precoz, VIH, entre otros).

Para prevenir la pérdida de la densidad mineral ósea se debe llevar un estilo de vida saludable, evitando el consumo de cigarrillo y de alcohol, y combatiendo el sedentarismo con la realización de actividad física estructurada que fomente la formación y estabilidad osteomuscular. Además, garantizar un buen aporte de calcio y vitamina D y evitar en la medida de lo posibles aquellos medicamentos que se sabe tiene un efecto deletéreo sobre la salud ósea.

Se estima que, en Latinoamérica, la incidencia de fractura de cadera oscila entre cuarenta y 362 casos por cada 100.000 habitantes mayores de cincuenta años, con tres mujeres por cada hombre afectado.


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