Nuevo Noticia

La famosa “vitamina Ch”: chorizo, chicharrón o chunchullo (conocido también como chimichurria o chunchurria) es una de las causantes de que se incremente el colesterol en las arterias, una sustancia que debido al consumo excesivo de grasas se va acumulando en silencio en las arterias y de no haber una moderación al ingerir estos alimentos puede conllevar a enfermedades cardiovasculares como el infarto cardíaco o un derrame cerebral, por ello la importancia de hacer un control frecuente mediante chequeos médicos.

El doctor Rodrigo Botero, médico internista e investigador clínico en las áreas cardiovascular y metabólica de la Clínica Medellín, explica que las arterias, al nacer, son como unas “mangueras” nuevas que de a poco se van llenando de “basura”, es decir de colesterol y calcio, llegando a un punto en el que debido al exceso en el consumo de grasas pueden taponarse impidiendo el paso de la sangre y ocasionando problemas con consecuencias fatales. “Si la arteria obstruida se encuentra en el cerebro, puede presentarse un derrame cerebral; si está en las coronarias, genera un infarto en el corazón”, señala el doctor Botero.

Al ser silencioso, esta condición no envía ninguna señal temprana, por lo tanto, las personas no lo asumen como tal sino hasta cuando reciben las primeras señales, con poco tiempo para reaccionar ya que la primera manifestación puede ser como se dijo anteriormente un infarto cardiaco o un derrame cerebral.

Lo preocupante, expresa el doctor, es que hay pacientes con 40 años, con unas arterias que lucen como si tuviera 30 años más, algo que es conocido como la edad arterial lo cual depende del estilo de vida que llevamos y son “bombas de tiempo” que en cualquier momento pueden tener un infarto.


Los controles

Saber qué tan taponadas pueden estar las arterias es complicado ya que habría que hacer un cateterismo, que es un procedimiento complejo e invasivo, razón por la cual se hacen exámenes para constatar qué tan alto están el colesterol y los triglicéridos y calcular el riesgo del paciente.

En cuanto al colesterol, se verifican los índices de colesterol malo o LDL, y el colesterol bueno, HDL, para perfilar al paciente. “Un paciente sin síntomas, que tiene un colesterol total y el LDL altos, tiene un mayor riesgo de sufrir un infarto, y eso es lo que se le trata de explicar”, que aún cuando no sienta nada, su vida está en peligro, señala el especialista.


La educación

La prevención comienza con unos hábitos de vida saludable desde edades tempranas, incluso desde etapas escolares. “Muchas veces las loncheras son “cero saludables¨, con mecato y demás, hoy es necesario reforzar el mensaje en los niños sobre lo importante de llevar un estilo de vida saludable para evitar problemas alrededor de los 40 años”, sugiere el doctor Botero.


Cómo se mide

El colesterol total alto se identifica cuando se supera el índice de 200 miligramos por decilitro (mg/dl) y mientras más alto esté, más riesgo hay de tener las arterias taponadas. En cuanto al colesterol malo, LDL, una persona normal lo debe tener en menos de 130 mg/dl, pero si ha tenido infarto el límite es de menor de 70 md/dl. Si esos valores son superados, hay dos maneras de combatirlo: comiendo sano y tomando medicamentos.

Los medicamentos más comunes y eficientes son las estatinas, que ayudan a bajar el colesterol con evidencia científica comprobada. Sin embargo es prudente buscar la asesoría de un médico que indique cómo, cuánto y cuándo consumirlos, y evitar la automedicación, ya que al ser químicos tienen efectos adversos. No crea en productos alternativos como el consumo de alpiste o de infusiones con pepas de aguacate, pues no hay cómo comprobar su eficacia.

Otro factor de riesgo es la genética, si en la familia hay un histórico de muertes por infarto o derrames cerebrales


Artículos sugeridos

Ver más

Calificación:
Nombre:
Email:



Nuevo Mi documento
Nuevo Mi documento