Nuevo Noticia

Hay tres tipos de enfermedades tiroideas benignas: el hipotiroidismo, el hipertiroidismo y el nódulo tiroideo. En todas, las mujeres son más proclives a padecerlas, por algunas características y periodos de vida que pueden aumentar su frecuencia.

Con la ayuda de la doctora Lina Restrepo Giraldo, endocrinóloga de la Clínica Medellín, respondemos cinco preguntas frecuentes sobre estas enfermedades.


¿Qué es la tiroides?

La tiroides es una glándula situada en la parte anterior del cuello que produce hormonas tiroideas (tiroxina y triyodotironina) que viajan por la circulación sistémica, encargadas de favorecer muchas funciones corporales.

La tiroides puede presentar alteraciones estructurales:
• Crecer en forma difusa (bocio).
• Tener lesiones localizadas o focales únicas (nódulo tiroideo) o múltiples (bocio multinodular).

También hay alteraciones funcionales, porque se puede disminuir la producción de hormonas (hipotiroidismo) o exceder la producción hormonal (hipertiroidismo).

A veces también se inflama por procesos agudos virales con cambios transitorios en su función, pasando por fase de exceso de hormonas (tirotoxicosis) y luego de disminución en la producción hormonal, hasta que en la mayoría de las veces se autolimita (tiroiditis subaguda).


¿Cuáles son los principales factores de riesgo para las enfermedades tiroideas benignas?

Existen características y periodos de la vida que pueden aumentar la frecuencia de alteraciones tiroideas como:

● Sexo femenino
● Haber dado a luz en los seis meses previos
● Edad superior a 60 años
● Menopausia
● Tener algún miembro de la familia con enfermedad tiroidea
● Sufrir alguna otra enfermedad endocrina o autoinmune ( diabetes mellitus tipo 1, enfermedad de Addison, Vitíligo, anemia perniciosa o fallo ovárico primaria)
● Exceso o déficit de ingesta de yodo
● Utilizar ciertos fármacos como el litio o la amiodarona.


¿Cuál es la prevalencia?

Hipotiroidismo: la prevalencia estimada del hipotiroidismo autoinmune es de una por cada 1.000 personas, afectando principalmente al género femenino con una relación mujer a hombre de 18:1. El pico de prevalencia ocurre entre los 30 y 40 años, con una edad media de presentación de 35 años.

Hipertiroidismo: la prevalencia de hipertiroidismo manifiesto es de aproximadamente 0.5% a 0.8% y también es más frecuente en mujeres.

Nódulo tiroideo: por palpación, siete de cada 100 pacientes pueden presentar un nódulo tiroideo, y por ecografía hasta el 50%, y su frecuencia aumenta con la edad. No se recomienda realizar ecografía de tamización; contrario a lo que pasa en otras regiones del cuerpo, la búsqueda de nódulos tiroideos debe ser por palpación y no por imagen, dada la alta frecuencia de este tipo de lesiones y su excelente pronóstico.


¿Cómo se puede prevenir?

En general las enfermedades tiroideas son heterogéneas y de causas variadas y complejas que interactúan con una predisposición genética.

Es difícil prevenirlas, pero algunas estrategias se han implementado con el fin de reducir su frecuencia o retrasar su aparición en pacientes susceptibles:
• La yodación universal de la sal en Colombia ha disminuido el riesgo de hipotiroidismo por deficiencia de yodo.
• Protección del cuello de la exposición a radiación durante estudios de imágenes.
• Suplementación de selenio en pacientes a quienes se les ha documentado, por examen de sangre, la presencia de anticuerpos contra la tiroides (enfermedad tiroidea autoinmune).
• Vigilancia periódica en pacientes que toman medicamentos que pueden interferir con la función tiroidea y modificarlos cuando es posible.


¿Cuál es el manejo que se le debe dar a estas enfermedades?

Siempre consultar con su médico de atención primaria para interpretar los resultados de los exámenes, vigilarlos en el tiempo, evaluando tendencias y definir con él si se requieren medicamentos para regular la producción o para reemplazar las hormonas. A veces, cuando es una disfunción leve o subclínica, solo se requiere acompañamiento.

Los nódulos tiroideos palpables requieren probablemente evaluación con una ecografía de tiroides para definir según sus características, si necesitan o no seguimiento con imágenes periódicas o si requieren punción y evaluación microscópica del material aspirado, para determinar la naturaleza de las células que lo componen.

Cada caso debe analizarse en contexto y en forma individualizada, no existen soluciones mágicas ni universales.


Artículos sugeridos

Ver más

Calificación:
Nombre:
Email:



Nuevo Mi documento
Nuevo Mi documento