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Investigaciones recientes muestran una peligrosa relación entre la enfermedad mental y la Covid-19. Los afectados por Covid-19 tienen más riesgo de sufrir un trastorno mental, como delirio o síndrome de estrés postraumático.


Según explica la doctora Claudia Patricia Marín, médica psiquiatra de la Clínica Medellín, existen diversas razones por las que las enfermedades virales graves como la Covid-19 pueden tener consecuencias psiquiátricas, entre ellas, los posibles efectos directos de la infección viral (incluso en el sistema nervioso central), el grado de compromiso fisiológico (por ejemplo, el bajo nivel de oxígeno en la sangre, atrofia muscular, desgaste por desuso), la respuesta inmunológica y las intervenciones médicas como tal.

Otras razones, aclara nuestra invitada, se relacionan con el impacto social más amplio, incluido el aislamiento social, el impacto psicológico de enfrentar una enfermedad grave, desconocida y potencialmente mortal, la preocupación por infectar a otros (familiares y/o amigos) y el estigma. Además, el delirio (un estado mental caracterizado por cambios en la conciencia, alteraciones del comportamiento y a veces alucinaciones) puede ser común en pacientes hospitalizados por Covid-19 y, posterior a superar la etapa de hospitalización, los pacientes pueden estar en riesgo de padecer enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad, la fatiga y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Otro escenario potencialmente riesgoso, acota la doctora Marín, es el de las personas con condición de vulnerabilidad (avanzada edad, enfermedades de base, etc.) o con enfermedades mentales preexistentes, quienes pueden tener un mayor peligro de recaída debido al estrés asociado con la pandemia y, más aún, si quizá fueron expuestos a un proceso de tratamiento médico con estadía hospitalaria, sea con compromiso de UCI o no.

Además, está comprobado que la situación provocada por la pandemia ha exacerbado o motivado recaídas en pacientes con trastornos mentales de base, como agorafobia o trastornos obsesivo-compulsivos de limpieza. También aquellos pacientes que sufren un trastorno mental grave, como psicosis o trastorno bipolar, han sufrido descompensaciones durante esta larga época de confinamiento que hemos afrontado.

La doctora Marín, igualmente alerta que, tanto el hecho de padecer un trastorno mental de los ya citados como muchas de las situaciones provocadas por la pandemia (aislamiento, dificultades económicas, miedo, culpa, consumo de alcohol, etc.) pueden influir, incluso, en el riesgo de suicidio.

En síntesis, la Covid-19 repercute negativamente sobre la salud mental de las personas de la población en general, y en particular, sobre los grupos poblacionales más vulnerables. La incertidumbre asociada con esta enfermedad, más el efecto del distanciamiento social, el aislamiento y la cuarentena, sumado a las afectaciones propias a la salud por parte de la enfermedad, pueden agravar la salud mental de la población en general. Por eso hay que tener cuidado.

Igualmente es claro que, tener una alteraciones psiquiátrica no es una condición que deba ser interiorizada con vergüenza, ni asumida con el estigma que muchas veces se le ha impuesto a estar afectado por una alteración mental, es importante compartirla, exteriorizarla, hacerla evidente ante nuestro circulo más cercano, y, si lo vemos necesario, acudir al personal de salud, con el fin de que estos nos orienten y/o remitan con un especialista que nos pueda ayudar con el tratamiento de dicha alteración.

Medidas de autocuidado

A continuación, te entregamos algunas recomendaciones que seguro te pueden ayudar en caso de que la Covid-19 llegue a ti, a tu familia o a tu círculo más cercano.

• En medio de esta pandemia, el apropiarse de la palabra autocuidado, en todo el sentido que implica ésta, es muy importante, no solo para la salud física, sino también para la salud mental, y, definitivamente, puede ayudarte a tomar el control de tu vida.

• El miedo, la preocupación y el estrés son respuestas normales en momentos en los que nos enfrentamos a la incertidumbre, o a lo desconocido o a situaciones de cambios o crisis. Así que es normal y comprensible que las personas experimenten estos sentimientos en el contexto de la pandemia por Covid-19.

• Es normal que al temor de contraer el virus en una pandemia como la de Covid-19, se sume el impacto de los importantes cambios en nuestra vida cotidiana provocados por los esfuerzos para contener y frenar la propagación del virus.

• Ante las nuevas y desafiantes realidades de distanciamiento físico, el trabajo desde el hogar, el desempleo temporal, la educación de los niños en el hogar y la falta de contacto físico con los seres queridos y amigos, es importante que cuidemos tanto nuestra salud física como mental.

• A pesar de tus mejores esfuerzos luego de superar la enfermedad de la Covid-19, quizás te encuentres sintiéndote desamparado, triste, enojado, irritable, desesperanzado, ansioso, o atemorizado. Tal vez tengas problemas para concentrarte en tareas rutinarias, cambios en el apetito, dolores en el cuerpo o dificultad para dormir, o te sea difícil enfrentar tareas de todos los días. Cuando estos signos y/o síntomas duran por varios días seguidos, haciendo que te sientas culpable y causándote problemas en tu vida diaria de modo que encuentras difícil llevar a cabo tus responsabilidades normales, es el momento de pedir ayuda profesional. No sientas temor por hacerlo.


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