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María Esneda Ramírez, auxiliar de enfermería en el servicio de hospitalización y quien acumula cerca de 14 años como miembro del equipo de trabajo de la Clínica Medellín es nuestra profesional destacada en la presente edición del boletín digital Contacto Vital.


María Esneda Ramírez inició su historia en nuestra institución el 29 de noviembre de 2010, desde entonces ha dedicado todos sus conocimientos, esfuerzos y corazón al cuidado, bienestar y recuperación de los pacientes del servicio de hospitalización de Clínica Medellín.

Son casi 14 años, cada uno de ellos con una misma idea en su cabeza, un enorme sentimiento de alegría y agradecimiento con la vida por haber sido la escogida para ocupar su actual cargo en el proceso de selección que afrontó con gran ilusión.

“Fue un nuevo comienzo, el inicio de la mejor etapa de mi vida. Llegué a través del proceso de selección que hacen normalmente en la clínica, luego de superar dicha etapa con éxito, me llamaron para iniciar el 29 de noviembre del 2010. Esa fecha la guardo en mi mente como lo mejor que la vida me haya dado”, subraya María Esneda.

Nuestra profesional destacada agrega además que “la directora de la institución educativa donde hice mis estudios de auxiliar de enfermería en ese entonces insistió mucho en que hiciera la práctica acá (en Clínica Medellín), pero yo me quería quedar en un pueblo buscando que me emplearan al concluir. En definitiva, hice mi práctica productiva en un municipio de Antioquia, pero finalmente no me dejaron. Luego de esto, la directora me indicó que la Clínica Medellín estaban recibiendo hojas de vida, entonces, a través de la directora de ese entonces de sedes, postulé mi hoja de vida y me presenté al proceso de selección, en el que hice las diferentes pruebas con tan buenos resultados que muy poco tiempo después me estaban llamando para trabajar y pude ingresar a la institución”.

En cuando a su labor en el área de hospitalización, María Esneda destaca que siempre es optimista y agradecida frente a los distintos retos que debe afrontar diariamente en el servicio. “Yo siempre he dicho que yo no escogí la profesión, la profesión, con todo el amor del mundo, me escogió a mí”, destaca.

Igualmente nos cuenta que siempre, desde su ingreso a la institución, ha prestado sus servicios en Hospitalización. “Tengo distintos entrenamientos gracias a la institución. Clínica Medellín me dio la posibilidad de tener entrenamiento en UCI y con pacientes oncológicos, pero siempre he estado acá, en hospitalización y siempre he sido feliz”, puntualiza.

La familia, su sustento

María Esneda es oriunda de Abejorral (Antioquia), y pese a tener todavía un gran cariño por su municipio al cual aprovecha para visitar buena parte de su vida la ha transcurrido en Medellín.

Su núcleo familiar está conformado por sus dos hijas y por su madre. Su hija mayor, Jimena, tiene 25 años y la menor, Gabriela, 5 años. Ellas dos son sus dos mayores tesoros.

“Jimena tuvo la posibilidad, a través de los auxilios que nos da la clínica, de culminar sus estudios universitarios. Ella estudió psicología y en la actualidad trabaja precisamente en el municipio de donde nosotras somos (Abejorral). Y mi chiquita, Gabriela, es una niña con autismo, quien es hermosa, llegó a enriquecer más nuestra vida de amor. Ella en este momento está en transición. Ellas dos junto a mi madre, con quien también vivimos, conforman mi familia”, nos cuenta María Esneda con gran ilusión y efusividad en su rostro.

En cuanto a lo que disfruta hacer en sus tiempos libres, nuestra profesional destacada señala que su mayor fuente de energía y vitalidad es su familia, por eso cuando sale de hacer sus turnos en la Clínica o tiene días libres, trata de dedicar ese tiempo a compartir con sus hijas y madre. Aunque asevera que escaparse a un natal Abejorral también le llena de ilusión, por eso cada vez que puede se da licencia de viajar y compartir dicho terruño con su familia.

“Hace cinco años soy la mamá de Gabriela, desde entonces mis descansos y las horitas que me quedan luego del trabajo son más enfocadas en mi familia y especialmente en ella porque asistimos a distintas terapias. Ella está en terapia cognitivo conductual, terapia integración sensorial, fonoaudiología y en terapias equinas, entonces, la mayor parte del tiempo lo paso con ella y, obviamente, en mi casa haciendo las actividades normales que hacemos las mamás como ir a pagar los servicios, ir de compras, entre otras cosas”, destaca nuestra auxiliar de hospitalización.

El futuro

Al ser indagada sobre el futuro, María Esneda relata que se ve trabajando y aportando al fortalecimiento de la Clínica Medellín como una institución referente para la ciudad. “Jamás he pensado en irme a la institución, por el contrario, mi deseo es seguir contribuyendo con mi trabajo al crecimiento de la Clínica”, señala.

Para cerrar, María Esneda puntualiza que el trabajo trata siempre de hacerlo con amor y en armonía con los compañeros, afirma que allí está el éxito. “Hay que tratar de hacer más amena nuestra labor porque son 12 horas de día, 12 horas de noche en las que no descansamos mucho. Todos estamos normalmente agotados y tratamos de ayudarnos, trabajando en equipo, como una familia, y a las personas nuevas que van llegando tenemos el deber de irlas como introyectando en la misma dinámica, para que nuestros pacientes y el equipo mismo tenga la mejor experiencia”, concluye.

A María Esneda le agradecemos su tenacidad y su labor, por que en profesionales como ella está marcado con letras mayúsculas el ADN de nuestra institución, donde la salud se vive persona a persona.



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