Aprenda a reconocer, a prevenir y a darles manejo a estas tres afecciones cutáneas.
La dermatitis seborreica, la psoriasis y la seborrea son tres enfermedades de la piel que se caracterizan por compartir unos signos en el cuero cabelludo muy similares de inflamación y descamación, que generan varias opciones diagnósticas en los pacientes que conviene tener presentes para aprender a identificarlas y a saber cuándo se debe consultar con el dermatólogo.
El doctor Juan Felipe Nieto Rodríguez, dermatólogo de la Clínica Medellín, explica cuáles son las características de cada una y los cuidados que debemos tener para prevenirla, además de detallar el manejo correspondiente que se requiere cuando estas se presentan.
Las especificaciones de cada enfermedad
-
La psoriasis
Esta enfermedad, dice el doctor Nieto, surge como consecuencia de una regulación en el sistema inmune en la que participan factores desencadenantes como el estrés emocional, los traumas, los medicamentos, y en general se presenta en pacientes que ya tienen algún tipo de compromiso a nivel cardiovascular y de sobrepeso.
-
La dermatitis seborréica
Esta es una afección crónica del cuero cabelludo, que se origina con la inflamación en áreas donde existe una gran cantidad de glándulas seborreicas de esta región del cuerpo.
Esta lesión es secundaria del sobrecrecimiento de un hongo que habita de forma natural en nuestra piel, el cual se da por factores como el estrés emocional, una dieta baja en frutas y la estimulación por luz solar, entre otros.
-
La seborrea
Este es el signo por el cual se identifica el aumento de la secreción de grasa de las glándulas seborreicas.
Estas enfermedades suelen manifestarse mediante un enrojecimiento de la piel, también por un aumento en la descamación del cuero cabelludo de color blanco amarillento que provoca mucha rasquiña e incluso algo de dolor en ocasiones, y que es tan evidente que se nota en las prendas de vestir.
En el caso de la psoriasis, hay veces en que la descamación está vinculada a alteraciones en las estructuras de las uñas y dolores en las articulaciones de las manos, los codos y las muñecas.
Los cuidados y las recomendaciones
Para prevenir la presencia de estas afecciones en la piel se deben seguir las siguientes recomendaciones que pueden incluirse en su rutina cotidiana, que brinda el dermatólogo Juan Felipe Nieto, de la Clínica Medellín:
1. Llevar una alimentación saludable, rica en frutas y vegetales, y baja en grasas saturadas y azúcares.
2. Mantener una actividad física diaria o al menos tres veces a la semana para disminuir los riesgos asociados a estas enfermedades, como lo son la obesidad y el sobrepeso.
3. Consumir al menos un litro de agua al día facilita la activación de todos los mecanismos que impiden el desarrollo de estas enfermedades.
Desde el punto de vista clínico, existen unos champús especializados para manejar estas manifestaciones y que regulan el crecimiento de los hongos asociados a la inflamación de las glándulas que generan los síntomas y los signos de dermatitis seborréica.
También hay disponibles protectores solares, que el doctor Nieto recomienda que no sean cremas que exacerban el estado graso de la piel y el cuero cabelludo; en cambio, sugiere utilizar geles o lociones.
El manejo
De acuerdo con la afección existen algunas pautas para su manejo. A continuación, describimos algunas de ellas:
-
Seborrea: medicamentos tópicos dirigidos a disminuir la actividad aumentada por las glándulas seborreicas.
-
Dermatitis seborréica: lociones antiinflamatorias y antimicóticos tópicos en forma de champú o cremas, tratamientos orales con pastillas para prevenir la presencia del hongo que causa esta enfermedad.
-
Psoriasis: lo más común es atenderla por medio de los antiinflamatorios tópicos, medicamentos como los corticoides y los análogos de vitamina D que disminuyen la inflamación y las lesiones en la piel.
En todos los casos, lo ideal es acudir a consulta con un profesional en dermatología que sea quien diagnostique cada caso y profiera las recomendaciones oportunas para prevenir y manejar estas enfermedades, y evitar automedicarse o hacerles caso a publicidades engañosas que les ofrecen productos milagrosos, pero que, por el contrario, pueden exacerbar los síntomas y hacer más daño a su piel.