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Esta acción permite que el paciente mantenga su sangre en un estado más líquido de lo normal, y se acude a ella cuando hay riesgo de generar trombos o coágulos de sangre.


Cuando la sangre llega a su grado más viscoso o menos líquido, casi como si fuese un gel, se considera que se ha generado una coagulación sanguínea, la cual puede producir un trombo que es riesgoso en pacientes con diferentes patologías, ya que al este circular por el cuerpo incrementa las probabilidades de ocasionar consecuencias como una trombosis cerebral y otra venosa profunda, un tromboembolismo pulmonar o un trombo intracavitario –alojado dentro del corazón–.

Isabel Cristina Cardona, enfermera de la Unidad de Cardiología de la Clínica Medellín, explicó que para mantener la sangre en un estado más líquido de lo normal y evitar la generación de dichos coágulos, o incluso para personas que ya han pasado por esa situación, existen tratamientos de anticoagulación mediante medicamentos.

Existen varias versiones en el mercado, pero entre las más conocidas están el coumadin o la warfarina, que pertenecen al grupo de los cumarínicos y disminuyen el efecto coagulante. Aunque ambos contienen la misma molécula, se adaptan de diferente manera al cuerpo del paciente, por tanto, este podrá elegir el que mejor le siente.

Para tener una efectividad de este tratamiento, la sangre debe conservar ciertos valores o rangos de anticoagulación, que se miden con un examen llamado INR.
Existen otro tipo de anticoagulantes que no requieren dicho examen, y actúan de manera diferente, pero con la misma finalidad, aunque no se pueden aplicar en todos los pacientes.


Otros usos de la anticoagulación

Los tratamientos en pacientes anticoagulados también son utilizados como medida profiláctica (de prevención) con ciertas patologías como arritmias cardíacas, válvulas protésicas en el corazón, enfermedades hematológicas (en sangre), todas ellas potenciales generadoras de trombos.

La anticoagulación también se les recomienda a pacientes que han sufrido actividad trombótica, como eventos cardíacos por la estrechez de sus arterias coronarias que fueron ocluidas por pequeños coágulos, causando infartos.

La enfermera Isabel Cristina Cardona recalca la importancia de evitar malos hábitos como fumar cigarrillo, acción que favorece la generación de eventos cardíacos, ya que las arterias son más rígidas y la sangre más espesa.


Indicaciones para pacientes anticoagulados
• Tener buenos hábitos alimenticios. Quienes están en tratamiento con los cumarínicos deben tener bajo consumo en alimentos verdes ricos en vitamina K, dado que esta inhibe el efecto del medicamento, lo que se ve reflejado en la disminución de INR. De esta manera, el paciente presentará dificultades para anticoagular.
• El consumo del medicamento debe darse en los horarios indicados por el especialista tratante. Todos los anticoagulantes son efectivos por tiempos determinados, unos por doce horas, otros por 24.
• Es importante resaltar que los medicamentos que no pertenecen al grupo cumarínico no tienen interacción con los alimentos, siendo esto otra ventaja.
• La duración del tratamiento la dará la patología que tenga el paciente. En aquellas como arritmias, válvulas protésicas mecánicas, anomalías en la sangre o estrechez coronaria, esto será para toda la vida. Pero cuando se presentan trombos cardíacos será hasta que el trombo desaparezca, o en válvulas protésicas biológicas, por unos meses.
• El tratamiento no se recomienda cuando hay alto riesgo de sangrado o con ciertas patologías hepáticas (hígado), pero se analizará el riesgo beneficio y se concluye qué representa un peor desenlace: estar o no anticoagulado.


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Natalia Osorio
Un artículo muy interesante para quiénes tenemos enfermedades de coagulación
28 Nov 20
4 años 5 días 8 horas 2 minutos

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