Nuevo Noticia
Una de cada siete personas en el mundo presenta bajos niveles de este mineral, el cual es indispensable para su organismo. La prevalencia en algunos países en desarrollo es mayor debido a la baja ingesta de proteínas.


El corazón es uno de los órganos más afectados por el déficit de hierro, un problema que afecta a unos mil millones de personas en el mundo. Generalmente está asociado a algunos hábitos alimenticios, como el bajo consumo de proteínas (alimentos de origen animal: carnes, pescados, huevos), y su prevalencia ha aumentado por el auge de algunas dietas basadas exclusivamente en vegetales, que al ser muy estrictas pueden provocar una anemia ferropénica, lo cual conduce a un problema clínico.

El doctor Ricardo Arango, cardiólogo de la Clínica Medellín, asevera que esta anemia se manifiesta con síntomas como la caída del cabello, la fragilidad en las uñas, la resequedad en la piel y en la boca, aberturas en los labios, cansancio, entre otros.

Aunque la conexión inmediata que la mayoría de las personas realiza es con el aumento o la disminución del peso corporal o de la musculatura, los efectos de este déficit están directamente relacionados con la economía corporal, y en ella se destaca el correcto funcionamiento del corazón.

La importancia del hierro

Arango señala que el hierro es clave para el funcionamiento del organismo ya que está involucrado en muchos procesos biológicos, principalmente en el transporte de oxígeno a través de la sangre.

Se calcula que el cuerpo tiene en total entre tres y cuatro gramos de este mineral, la mayoría en forma de dos proteínas: hemoglobina, presente en los glóbulos rojos que transportan el oxígeno de los pulmones a distintas partes del cuerpo, y la mioglobina, que provee oxígeno a los músculos.

Además, es fundamental para que las mitocondrias, necesarias para la actividad celular del organismo, especialmente en los sistemas nervioso central e inmune; también cumple un rol importante en la degradación de múltiples enzimas proteicas.

La prevalencia de déficit de hierro en la falla cardíaca es muy importante, señala el cardiólogo: hasta el 37 % de los pacientes la padecen.

“Hay una anemia dilucional (aumento en el volumen de la sangre), una caquexia cardíaca (pérdida de peso grave) y una inflamación sistémica con una regulación de la hepcidina (hormona peptídica, producida en el hígado y considerada un regulador del metabolismo del hierro), con una mala alimentación del paciente por la inflamación del tubo digestivo, que desemboca en daños renales”.
Lo anterior, en conjunto, va a generar déficit de hierro, y al no haber reservas para suplir la necesidad que la situación requiere. Y en un paciente con hipoperfusión o disminución del flujo de sangre, y anemia, la demanda de hierro aumenta hasta el 60 %, lo cual, sumado a la incapacidad de transportar oxígeno a través de la sangre, provoca un deterioro en su salud.

¿Cómo solucionar este déficit?

En su exposición, el doctor Arango comentó que se han explorado dos opciones: el suministro de hierro intravenoso y el oral.

Para determinar cuál de ambas es la más indicada, el cardiólogo sugiere que primero se debe de estimar cuánto es el déficit de hierro que tiene el paciente.

Pero una opción preventiva la tiene el propio paciente, y es mejorando sus hábitos de alimentación, acompañado de estilos de vida saludables, con actividad física frecuente.

“La interconexión con el nutricionista es fundamental porque hay hábitos en que la gente cree y los normaliza, y de pronto no son tan adecuados. La leche, por ejemplo, tiene hierro, pero también carbohidratos, entonces la mezcla de comidas tiene que ser efectiva para que no se junten un montón de productos que generen un daño en la salud”, cierra el doctor Arango.


Artículos sugeridos

Ver más

Calificación:
Nombre:
Email:



Nuevo Mi documento