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El sedentarismo, la obesidad, la poca ingesta de líquido y algunas anomalías anatómicas son algunas de las causas más frecuentes de esta enfermedad.


Los cálculos en las vías urinarias, en palabras simples, consisten en la formación de una masa sólida, similar a una piedra, que obstruye estos conductos hasta provocar un dolor insoportable e incluso daños mayores a los riñones.

Dice el doctor Juan Luis Jaramillo, urólogo de la Clínica Medellín, que el sedentarismo, la obesidad, las anomalías anatómicas en la vía urinaria, la poca ingesta de líquido y la exposición constante a altas temperaturas, que provoca un mayor grado de deshidratación en las personas, son los principales factores de riesgo de esta enfermedad que, en proporción, afecta a una mujer por cada dos hombres.

“Al ingerir poco líquido”, es decir menos de los dos litros de agua al día que se recomiendan, “la orina se concentra y eso favorece la formación de calcio que origina las llamadas piedras o cálculos”, explica Jaramillo.

En esa ingesta de líquido no se consideran las bebidas oscuras tipo tinto, café, chocolate o gaseosas, ya que estas contienen sustancias edulcorantes que incrementan la posibilidad de que se genere esta enfermedad.

¿Cómo se forman los cálculos?

La piedra se forma mediante un proceso que tiene varias fases y al crecer va a tapar las vías urinarias y generando molestias en las personas.

Hay causas genéticas que inciden en esta formación. Una de ellas es la cistinuria, una enfermedad que se presenta en niños –los cálculos no son frecuentes en población pediátrica– por la eliminación de unas sustancias en la orina.

Otra enfermedad involucrada en las causas es la acidosis tubular renal, en la cual se alteran las funciones del riñón.

Jaramillo agrega la obesidad y la cirugía bariátrica para eliminar esta condición, ya que esta intervención altera la absorción de moléculas a nivel intestinal que suscita la creación de los cálculos.

De otro lado, hay alimentos que propician el surgimiento de estos cálculos y son aquellos que contienen compuestos como oxalato de calcio o fosfato de calcio, como el maní, el brócoli, las almendras, las espinacas, la remolacha, los frutos secos, todas las bebidas oscuras. En este caso se les sugiere a los pacientes que eviten consumirlos cuando ya les han sido detectadas estas molestas “piedritas”.

Otra forma de controlar su creación es disminuir el consumo de proteínas sin que eso signifique su reducción total, ya que el efecto puede ser el contrario al deseado.

¿Cómo identificar el dolor?

El especialista asegura que las molestias que ocasionan estas piedras al manifestarse –porque en ocasiones pueden estar presentes, pero son asintomáticas– son muy similares a las de un cólico.

Es un dolor súbito que se origina en la parte alta de la espalda, en el flanco donde van ubicados los riñones, y por instantes se irradia hacia la parte delantera del abdomen. En los hombres puede extenderse hasta los testículos y en las mujeres hasta los labios mayores de la vagina.

Las molestias a veces son tan severas que conllevan a vómito y náuseas ya que generan la irritación de un nervio asociado con estas condiciones. Es posible que los pacientes también tengan la sensación de querer orinar de manera constante.

El manejo de los cálculos

El dolor es tan severo que algunas personas suelen llamar a estos cálculos como “el peor de su vida”, y como si fuera “un parto” para los hombres. Por ende, una vez estos surgen, la consulta debe ser inmediata con un especialista en urología por urgencias.

El manejo que se le debe dar a la situación dependerá del tamaño que tengan estas formaciones. Este se identifica mediante una tomografía con énfasis en vías urinarias para detectar el sitio en el que estas se encuentren, pues puede ser en el riñón, en la vejiga o en el uréter, y de acuerdo con esto se decide si se requiere cirugía o se puede dejar en observación.

“Muchos pacientes tienen cálculos de tres a cuatro milímetros dentro del riñón que no ocasionan ninguna obstrucción y no se necesita manejo quirúrgico, pero esos mismos cálculos en el uréter tapan el riñón, ocasionan una falla renal aguda y un dolor agudo que amerita cirugía”, señala Jaramillo.

Recomendaciones para evitar la formación de cálculos

• Hacer actividad física constante.
• Tomar al menos dos litros y medio de líquido al día. Mínimo entre ocho y diez vasos de agua son una buena medida.


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