Nuevo Noticia
Existen enfermedades o malformaciones de este tipo que se originan en la etapa de gestación, y que pueden pasar desapercibidas a lo largo de la vida o manifestarse en algún momento según sus características.


El espectro de los defectos congénitos cardíacos es amplio y diverso, e incluye patologías que son incompatibles con la vida y originan una muerte gestacional durante el embarazo, el parto o en las primeras semanas después del nacimiento, hasta malformaciones o alteraciones con las cuales los pacientes conviven durante toda su existencia sin que se desarrollen síntomas e incluso sus muertes son por otras causas distintas.

El doctor Luis Miguel Ruiz, cardiólogo de la Clínica Medellín, explica que hay situaciones que pueden no ser consideradas como enfermedades, pero que se pueden convertir en una de estas, como es el caso del foramen oval permeable o persistente, “una comunicación de un tamaño minúsculo que existe entre las aurículas y que es importante para el correcto funcionamiento de organismo durante la estancia en el vientre materno. Sin embargo, ese huequito se tiene que cerrar con la primera inspiración al nacer, pero hasta el 20 % de las personas puede persistir con él abierto en vida”.

Esta alteración es posible que no ocasione ningún síntoma, pero, por otra parte, cuando la abertura es muy grande y tiene unas características específicas, causar algunas señales de embolismo, trombosis o infartos cerebrales, y conllevar a que un cardiólogo, al llegar el paciente a la adultez, decida cerrar el hueco.

Existen otras enfermedades más graves, agrega Ruiz, como el ventrículo único, una cardiopatía congénita que si no es intervenida de forma temprana con cirugías específicas, la vida de los recién nacidos estará en riesgo.

El manejo de estas alteraciones varía de acuerdo a las características de cada una. Estas pueden ser detectadas de forma temprana durante la etapa de gestación con ecografías de última generación, y en algunas circunstancias es posible intervenirlas a nivel intrauterino.

Cuando el bebé ya ha nacido y presenta o se sospecha que pueda tener algún defecto de este tipo o, lo ideal es que se le haga un electrocardiograma y una ecocardiografía, que la debe hacer un cardiólogo infantil, para determinar el diagnóstico y el manejo correspondiente.

“En los últimos años, la medicina ha avanzado y hoy es posible intervenir niños a edades muy tempranas de manera percutánea, es decir por un cateterismo, o por cirugía, permitiéndoles tener una mejor calidad de vida en sus primeros años”, expresa Ruiz.

Las personas que presentan defectos congénitos cardíacos y superan la mayoría de edad deben acudir cada cierto tiempo a controles, de acuerdo con su patología y a qué tan crítica sea su condición; quienes presentan mayor riesgo deben hacerlo cada uno a tres meses, los que están más estables cada seis meses a un año, y quienes tienen un estado más leve, cada uno a tres años.

¿Influye el estilo de vida de la madre gestante?

De acuerdo con el concepto del cardiólogo Luis Miguel Ruiz, en algunos de los defectos congénitos cardíacos no existe una correlación directa entre estos y los hábitos que tenga la madre en etapa de gestación, pero en otros casos, en especial con cuadros sindrómicos o relacionados con síndromes, que aumentan el riesgo de aparición de estas enfermedades. Esto ocurre cuando la embarazada tiene conductas como el tabaquismo o el alcoholismo, o su edad supera los 35 años.

Algunos síndromes pueden incluir alteraciones cardiacas, por lo tanto, la recomendación es que la madre debe seguir todas las indicaciones sugeridas para su estado pregestacional, tener buenos hábitos alimenticios y saludables, y evitar el consumo de alcohol y de sustancias psicoactivas.

Lo ideal es que las madres que desean quedar en embarazo acudan a una consulta pregestacional en la que su ginecólogo les ofrezca algunas recomendaciones sobre sus hábitos de vida para prevenir la aparición de defectos de este tipo y disminuir los riesgos. Estas consultas deben incluir los tamizajes, los seguimientos clínicos, las ecografías gestacionales, más otra serie de exámenes de imágenes diagnósticas que puedan reflejar posibles alteraciones cardiovasculares.


Artículos sugeridos

Ver más

Calificación:
Nombre:
Email:



Nuevo Mi documento