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El microbioma es un nuevo aliado para mantener un corazón sano. Sí, esos millones de microorganismos que viven en el intestino no solo influyen en el metabolismo y las digestiones, también podrían tener mucho que decir sobre tu salud cardiovascular.


En este artículo, de la mano de expertos, te actualizaremos sobre los más recientes descubrimientos acerca del efecto del microbioma y del uso de probióticos y prebióticos en el corazón.

Microbioma y su impacto en la salud del corazón

La prevención de las enfermedades cardiovasculares ha conseguido avances muy significativos con el cambio de los factores de riesgo clásicos, entre los que se encuentran el tabaquismo, la diabetes, la dislipemia, la hipertensión arterial o la obesidad. Sin embargo, sigue habiendo riesgos residuales que la ciencia está intentando comprender para lograr un mejor control. Y aquí es donde entra en juego el microbioma intestinal.

Se ha descubierto que estos microorganismos del intestino pueden usar ciertas sustancias del tubo digestivo, como la trimetilamina N-óxido (TMAO) o los ácidos grasos de cadena corta, así como las vías de ácidos biliares, para acceder al sistema circulatorio. Una vez allí pueden influir en la inflamación, el estrés oxidativo y la actividad trombótica sistémica, factores clave en las enfermedades del corazón.

El doctor Ricardo Antonio Mori Junco, especialista en Cardiología de los hospitales Universitario La Luz y Quirónsalud Valle del Henares (en España), añade que "el microbioma intestinal se estudia actualmente respecto a su potencial contribución en el síndrome metabólico, que incluye factores de riesgo clásicos de enfermedades cardiovasculares". También está siendo estudiado en relación con afecciones como la insuficiencia cardíaca, la aterosclerosis y la fibrosis miocárdica.

Probióticos, prebióticos y simbióticos: los aliados del corazón

Seguramente has oído hablar de los probióticos contenidos en yogures y suplementos, y sus beneficios para la salud digestiva. Pero lo cierto es que su influencia va más allá. Conoce para qué sirven:

* Probióticos. Son microorganismos vivos, como bacterias o levaduras, que resultan muy beneficiosos si se toman en una cantidad adecuada. Eso sí, para que sean eficaces, deben sobrevivir al ácido del estómago y la bilis, y adherirse al tejido celular epitelial del intestino. Nuestro doctor invitado nos explica que "las cepas probióticas óptimas deben producir sustancias antibióticas para combatir infecciones (etanol, peróxido de hidrógeno, bacteriocinas y ácidos orgánicos), todo ello con el objetivo de estabilizar la microflora intestinal". Además, estos productos deben haber pasado controles de seguridad antes de su venta.

* Prebióticos. La microbiota intestinal utiliza de manera específica este "alimento" o sustrato. El doctor señala que se clasifican en carbohidratos que pueden ser metabolizados por la flora intestinal o en fibra dietética fácilmente fermentable.

* Simbióticos. Se trata de una combinación de probióticos y prebióticos que trabajan en equipo para mejorar el equilibrio del microbioma intestinal.

Beneficios de los probióticos en la salud cardiovascular, según la ciencia

Se está investigando cómo influyen estos microorganismos que habitan en el intestino en la prevención de problemas cardíacos. Aunque los resultados son positivos, no son suficientes y consiguen datos moderados. En este sentido, el doctor apunta que "numerosos estudios se han centrado principalmente en el impacto de los probióticos, prebióticos y simbióticos en los factores de riesgo cardiovascular, incluyendo la dislipemia, hipertensión arterial y diabetes mellitus".

Dislipemia y colesterol

Algunos estudios sugieren que ciertas cepas de Lactobacillus plantarum y Lactobacillus reuteri pueden reducir los niveles de colesterol LDL de manera modesta. Sin embargo, los resultados no superan los de tratamientos establecidos como las estatinas, ezetimiba, ácido bempedoico, inhibidores de PCSK9 o tecnología de ARN.

Hipertensión arterial

En ciertas investigaciones se ha observado que varias cepas probióticas de Lactobacillus plantarum pueden ayudar a disminuir la presión arterial de manera discreta. En este sentido, el doctor apunta que, además del factor genético de la hipertensión arterial, existen otros factores que son modificables, como evitar el consumo excesivo de sal, perder peso y prescribir un tratamiento médico para controlarlo.

Otros ensayos clínicos han descubierto que algunas fórmulas simbióticas han mantenido un correcto control de la tensión arterial en el manejo de la preeclampsia ligera, un tipo de diabetes relacionada con el embarazo.

Diabetes y metabolismo

Diferentes cepas de Lactobacillus y Bifidobacterias, así como compuestos prebióticos como la inulina enriquecida con oligofructosa, han demostrado mejoras en el control glucémico y metabólico, especialmente en personas con sobrepeso u obesidad. Esto podría complementar el tratamiento médico y otras medidas que resultan muy beneficiosas en esta enfermedad tan frecuente.

En cualquier caso, la relación entre el microbioma y la salud cardiovascular aún está en fase de investigación, pero promete revolucionar la prevención y tratamiento de enfermedades del corazón. La modulación del microbioma podría convertirse en una estrategia complementaria a las terapias tradicionales.


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