Sabes cuáles son las diferencias entre asma e infecciones respiratorias, y la razón por la que no se debe abandonar el tratamiento si eres asmático. En este artículo te contamos en detalle las diferencias y te damos importantes recomendaciones.
El asma es una enfermedad respiratoria crónica, pero puede mantenerse controlada siguiendo el tratamiento y las pautas indicadas por el especialista. A pesar de ello, se calcula que la mitad de los pacientes dejan la medicación cuando no presentan síntomas. El doctor Luis Manuel Entrenas Costa, jefe de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba (en España), nos alerta de ello: "El paciente asmático no debe suspender su tratamiento para mantener el asma bajo control, aunque disminuyan los síntomas, y así poder conservar la función pulmonar".
Durante la época de lluvias, además, los síntomas del asma pueden confundirse con los de la gripe o la Covid, que son infecciones víricas muy comunes. Ante esta situación, el especialista insiste en la importancia de que los pacientes asmáticos conozcan su enfermedad.
En este artículo hablamos sobre el asma y sus diferencias con las infecciones más virales de invierno, así como de los riesgos de no tomar los medicamentos para el asma.
¿Qué es el asma?
Esta enfermedad inflamatoria de las vías aéreas provoca un estrechamiento de los bronquios. Cuando esto ocurre, se manifiestan síntomas como dificultad para respirar, sensación de falta de aire, ruidos o pitos torácicos, y tos.
El asma puede ocurrir de manera aislada y limitarse a las vías aéreas. Pero con frecuencia también se asocia a otras manifestaciones en la nariz, como rinitis o rinosinusitis; o incluso en la piel, como dermatitis, sobre todo en pacientes que asocian procesos inflamatorios o de alergia.
En más detalle, nuestro doctor invitado nos explica que "existen distintos niveles de afectación de la enfermedad y distintas formas de asma, dependiendo de la edad de comienzo, la asociación con otros procesos, el tipo de proceso inflamatorio subyacente y comorbilidades, entre otros aspectos".
Afortunadamente, los medicamentos para el asma favorecen el control de la enfermedad, tal como señala el experto: "En la mayor parte de los casos es fácilmente controlable con medicación, habitualmente administrada por vía inhalatoria".
Sin embargo, también existen casos de asma grave que sí ven afectada su calidad de vida. De hecho, suelen presentar crisis con más frecuencia, necesitan más medicación, y los síntomas llegan a interferir en la rutina y el descanso.
Diferencia entre asma, gripe o Covid
El asma suele convivir con infecciones de tipo vírico como gripe o Covid, que también pueden causar dificultad para respirar o tos. Por eso, es importante diferenciarlas. El doctor nos explica que "los virus respiratorios son unos de los más frecuentes, un ataque de asma y la infección por Covid-19 son difíciles de diferenciar, pues los síntomas de las infecciones respiratorias pueden simular los del asma".
Para diferenciar el asma de la gripe o la Covid, hay que tener en cuenta que los ataques de asma no provocan fiebre y se pueden aliviar con la medicación de rescate. "En general, el asmático ya conoce los síntomas de su enfermedad donde no es frecuente tener fiebre o dolor de cabeza y suelen mejorar con el uso de medicación broncodilatadora o de rescate", puntualiza el especialista.
Qué pasa si no tomas la medicación para el asma
Que los síntomas aparecerán de nuevo a los días o semanas. Con frecuencia los pacientes diagnosticados de asma suspenden el tratamiento cuando notan una mejoría de los síntomas. Sin embargo, esto es un error. El doctor nos alerta de ello: "El paciente que mantiene su enfermedad bajo control tiene escasas probabilidades de padecer un ataque de asma".
Lamentablemente, se estima que el asma no está controlada en más de la mitad de los pacientes debido a la falta de adherencia al tratamiento. En ocasiones se confían e interrumpen la medicación pautada debido a la eficacia y la potencia antinflamatoria de los fármacos. Al principio el paciente no suele percibir la necesidad de tomarlos de nuevo, pero durante los días o semanas posteriores puede notar que el proceso inflamatorio, que estaba controlado con los medicamentos, se activa y, en consecuencia, vuelven a manifestarse los síntomas del asma, por lo que necesitan hacer más uso del tratamiento de rescate.
Normalmente, los pacientes con asma pueden utilizar:
• Tratamiento de rescate. Que se administra de forma puntual en casos de crisis de asma.
• Tratamiento de mantenimiento. Que se debe usar a diario para controlar el asma, incluso si el paciente no presenta síntomas.
Por último, hay que tener en cuenta que el asma no se puede prevenir, y en ella intervienen multitud de factores como la genética, los alérgenos o la exposición a contaminantes, entre otros. Al igual que en otras enfermedades crónicas, es fundamental mantenerla bajo control y evitar las crisis de asma.