Los trastornos digestivos son problemas comunes y motivo frecuente de consultas médicas. Los hábitos alimentarios y los tipos de alimentos específicos juegan un papel importante en el inicio, tratamiento y prevención de muchos trastornos de este tipo, por esto, controlando ciertas características de la dieta, se contribuye con la disminución de síntomas y el bienestar del paciente.
A continuación se presentan recomendaciones para contribuir desde lo alimentario con tus síntomas:
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Establece horarios de comidas y cúmplelos diariamente, de esta forma tu organismo se adaptará más fácilmente. Toma las seis comidas del día que incluyen, desayuno, media mañana, almuerzo, algo, comida y merienda. No realices ayunos de más de 4horas y después de la última comida espera por lo menos 2 horas antes de acostarte.
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Evita ingerir comidas de forma abundante, esto causa llenura, distensión, náuseas y malestar estomacal.
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Evita ingerir comidas muy calientes o muy frías. Recuerda que el estómago se puede ver afectado con temperaturas extremas.
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Mastica muy bien los alimentos, come despacio, no ingieras los líquidos con pitillo y come con la boca cerrada para evitar la entrada de aire y producción de gases. El acto de comer debe ser un ritual para la salud y nutrición del cuerpo, no es solo masticar e ingerir la comida.
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Si has identificado alimentos que te caen pesados, te producen malestar, dolor, eructos, náuseas y gases, no los ingieras e intercámbialos por alimentos del mismo grupo. Comunícaselo a tu nutricionista para que te brinde asesoría en la selección.
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Disminuye el consumo de grasas, café, gaseosas, bebidas alcohólicas y condimentos como comino, pimienta, ají, pimentón y “triguisar”; estos alimentos aumentan las secreciones gástricas, pueden inflamar la pared intestinal y causar malestar.
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Si presentas estreñimiento, hemorroides o diverticulosis, debes aumentar el contenido de fibra en la dieta, esto se logra incluyendo a diario más frutas enteras, vegetales crudos, granos enteros, cereales integrales e ingiriendo abundante agua (de 6 a 8 vasos al día).
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Realizar diariamente actividad física de 30 a 45 minutos disminuye el tiempo de tránsito intestinal y mejora la digestión en general.
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Si la leche entera te produce flatulencia, diarrea, gases o cólicos, cámbiala por leche deslactosada, la cual es una variación de la leche normal y es mejor tolerada por pacientes con estos síntomas. La leche y demás productos lácteos son indispensables para la salud ósea, no suspendas su consumo.
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Si presentas diarrea, asegúrate de mantenerte hidratado, incluye en la dieta alimentos como manzana, pera o guayaba, evita el consumo de azúcares, dulces y alcohol en grandes cantidades, puesto que pueden aumentar las deposiciones. No realices ayunos prolongados.
El estado nutricional es importante para la salud.
Te sugerimos consultar con un Nutricionista para que te evalúe y realice un adecuado seguimiento.