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Estos elementos son ofrecidos como sustitutos para dejar el hábito de fumar, pero la realidad es que su uso también causa daños severos al organismo.


Entre el 30 % y el 40% de los fumadores que recurren al cigarrillo electrónico o los vapeadores para dejar ese hábito son incapaces de abandonarlo del todo y recaen en él, afirma el doctor Bernardo Muñoz, neumólogo de la Clínica Medellín.

No solo eso: usar estos elementos representan un peligro para el organismo dado que el calor que genera la combustión daña las vías aéreas, agrega el especialista, y si bien en principio fueron sugeridos como una alternativa para no fumar, lo cierto es que esta recomendación no es la más acertada, en palabras del especialista.

Sobre los cigarrillos electrónicos

Muñoz explica que estos han estado en el mercado en varias generaciones y presentaciones: la primera era un desechable que apenas se consumía se botaba; la segunda, con cartuchos prellenados y rellenables posterior a su primer uso que duraban un poco más que los anteriores; los de tercera y cuarta generación con un estuche modificable.

Todos poseen una resistencia que mediante el calentamiento hace que se genere el vapor que la persona inhala. Los nuevos formatos modificables son muy peligrosos, señala el neumólogo, dado que no miden la concentración de vapor que se aspira, por tanto, la exposición es mayor.

“Hay personas que les suministran sales de nicotina –que son ácidas– y nicotina de base libre –más alcalinas u opuestas al ácido–; estas últimas son menos irritantes y por ende más preferidas por los consumidores”, señala el experto.

Los vapeadores o narguilas

Con este elemento se inhala el vapor que genera la combustión de sustancias como hachís, marihuana sintética u opio que se trituran o diluyen en agua. Hay gente que incluso agrega aceites y aromatizadores o glicerina vegetal para cambiar el aspecto o el sabor.

El daño con este es significativo dado que el calor al que se aspira puede afectar los pulmones en las células del epitelio bronquial, así como las papilas gustativas de la lengua modificando la percepción del sabor.

Se ha reportado que el uso de los vapeadores y los cigarrillos electrónicos, agrega el doctor Muñoz, ha causado daños a nivel del alveolo con fibrosis pulmonar, neumonías, bronquiolitis folicular y neumonitis de hipersensibilidad, algunas de estas enfermedades con daños irreversibles.

No son recreativas y sí ofensivas

El neumólogo Bernardo Muñoz asevera que es mentira promocionar los vapeadores y cigarrillos electrónicos como inofensivos y que cualquiera los puede usar con fines recreativos o para dejar de fumar, pues las sustancias disueltas en ellos siguen siendo cancerígenas o causantes de enfermedades como epoc, bronquitis crónica o enfisema pulmonar.

“Lo mejor para dejar de fumar es hacerlo del todo, no optar por alternativas de este tipo porque nunca le van a servir para abandonar ese hábito”, expresa.

El doctor Muñoz recordó que el cigarrillo tiene cerca de 4.000 productos químicos en su interior, muchos de ellos cancerígenos y con presencia de nicotina, la cual es tan adictiva como la heroína, y que cuando son consumidas cerca a menores de edad les puede generar problemas en el desarrollo cerebral, infecciones respiratorias y trastornos en su crecimiento.


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