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Como es bien sabido, el sangrado menstrual normal se presenta en las mujeres en edad reproductiva en forma regular cada 21 a 35 días, este sangrado en general es menor a 5 días y con un volumen que no supera los 80 cc diarios (3-4 toallas higiénicas/diarias).


La menarca o primera menstruación puede presentarse desde los 9 nueve años y previo a ello la mujer experimenta otros cambios corporales (aparición de vello púbico y axilar, aumento en el tamaño de los senos, pigmentación areolar y genital).

Es habitual que en la adolescente se presenten ciclos irregulares (tanto en cantidad como en frecuencia), especialmente en los primeros dos años después de la menarca.

Después de la adolescencia, es posible que se presenten alteraciones en la ciclicidad, cantidad y/o duración del sangrado menstrual, que pueden ser secundarias a situaciones anatómicas (miomatosis, pólipos endometriales, cáncer ginecológico) o fisiopatológicas (alteraciones hormonales, neuropsicológicas, entre otras) susceptibles de manejo tanto médico como quirúrgico.

Por lo anterior ante un cambio en los ciclos menstruales lo recomendable es realizar una valoración ginecológica completa, anota la doctora Carolina Restrepo, médica especialista en ginecología y obstetricia de la Clínica Medellín.

El aumento en la cantidad del sangrado menstrual (en frecuencia o en volumen) puede conducir al desarrollo de otras entidades como la anemia que a su vez puede desencadenar graves consecuencias para la salud.

Por lo tanto, además del tratamiento ginecológico es importante que todas las mujeres y especialmente aquellas con aumento en el volumen y frecuencia del sangrado optimicen su alimentación incluyendo alimentos ricos en hierro.

La doctora Restrepo indica que las siguientes son señales que deberían tenerse en cuenta para consultar a un médico especialista en ginecología y obstetricia:

• Sangrado menstrual mayor a una semana
• Requerir cambio de toalla o tampón cada hora durante varias horas continuas
• Uso de dos tipos de productos juntos para lograr contener el sangrado: por ejemplo, toalla y tampón simultáneamente
• Sangrar a través de la ropa interior pese al uso de toalla o tampón
• Requerir levantarse durante la noche a cambiar la toalla higiénica.
• Síntomas de anemia como fatiga, dificultad para respirar, cansancio permanente.


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