Nuevo Noticia
Se conoce como faringitis a la inflamación de la faringe o garganta y como amigdalitis a la inflamación de las amígdalas o anginas. Muy a menudo las dos condiciones coexisten al mismo tiempo y es cuando hablamos de faringoamigdalitis (FA).


Para dilucidar y puntualizar los alcances de estas afecciones invitamos el doctor Carlos Andrés Urzola Mosquera, otorrinolaringólogo de la Clínica Medellín, quien nos explica que cuando esta inflamación es de rápida evolución y que suele durar 5-7 días se conoce como Faringoamigdalitis Aguda (FAA) y si los síntomas superan las 10-12 semanas se conoce como Faringoamigdalitis Crónica (FAC).

Principales causas de estas enfermedades

El doctor Urzola Mosquera señala que la etiología principal de la FAA es una infección viral y en algunas ocasiones obedece a una infección bacteriana. La FAC, por otro lado, es causada por factores irritantes de la vía aérea superior entre los cuales el reflujo gástrico, el cigarrillo y las alergias respiratorias son los más importantes.

Principales síntomas

Las condiciones agudas (amigdalitis aguda y/o faringitis aguda) tienen síntomas similares. El dolor de garganta y la dificultad para tragar son los síntomas cardinales, al examen físico se observará enrojecimiento e inflamación leve de las estructuras faríngeas. En este caso estaremos ante una infección viral. Sin embargo, la presencia de fiebre alta, malestar general, dolor severo, y al examen físico exudado purulento e inflamación importante de las amígdalas, estaremos en presencia de una infección bacteriana. Según revela nuestro invitado, esta distinción es importante ya que de ello depende el manejo o tratamiento.

Las condiciones crónicas tendrán a su vez síntomas más leves pero duraderos en el tiempo, ardor continuo en la garganta, dificultad para comer, dolor faríngeo pueden acompañar a un paciente por semanas o meses y en estos casos debemos buscar un factor irritativo persistente como la causa de esta condición.

La halitosis o mal aliento también es un síntoma frecuente en estos pacientes tanto en la forma aguda como en la crónica.

¿Cuándo acudir a consulta?

El doctor Urzola Mosquera puntualiza que en el caso de los niños siempre es importante acudir al médico o pediatra para una correcta evaluación y evitar la formulación errática de antibióticos. En el caso de los adultos si los síntomas son leves y sin fiebre el manejo puede hacerse en casa con paracetamol o acetaminofén para el malestar y dieta blanda con abundantes líquidos. Ante la presencia de fiebre, dolor o malestar severo, la conducta es siempre buscar a un médico o mejor aún a un especialista para instaurar el manejo correcto.

El diagnóstico de las faringitis y amigdalitis agudas es siempre clínico, algunos centros de urgencias utilizan pruebas serológicas rápidas para determinar el origen viral o bacteriano de la condición y determinar así la necesidad de prescribir antibióticos. En el caso de las amigdalitis o faringitis crónicas siempre se debe consultar con un especialista para que envíe los estudios y tratamiento pertinente para esta enfermedad.

Factores de riesgo

Según sostiene nuestro otorrinolaringólogo invitado, en general el curso de estas enfermedades con el tratamiento adecuado es favorable. Sin embargo, pacientes en extremos de la vida (menores de 2 años, mayores de 70 años) así como paciente con enfermedades crónicas como Diabetes, Asma, Epoc, VIH o Inmunosuprimidos pueden desarrollar complicaciones.

Las complicaciones pueden ser a nivel local como el desarrollo de abscesos o infecciones más severas en cuello o mediastino, o inclusive complicaciones a distancia como endocarditis, pielonefritis o artritis localizadas.

Tratamientos para contrarrestarlas

El tratamiento depende en primer lugar si la condición es aguda o crónica y en el caso de las agudas de si es viral o bacteriana.

Para el caso de FAA viral reposo, hidratación, dieta blanda y analgésicos suelen ser tratamiento suficiente. Para las FAA bacterianas además de lo anterior la prescripción de antibióticos es mandataria para evitar justamente complicaciones. En las condiciones crónicas, el tratamiento estará enfocado en contrarrestar el o los factores irritantes que puedan estar ocasionando los síntomas en el paciente (alergias, cigarrillo, reflujo, entre otros).

Prevención

Es prácticamente inevitable en los niños que sufran una faringitis viral en algún momento de su vida infantil. El contacto con otros niños, el poco aseo en las manos y /o su introducción a la boca, así como los cambios bruscos de temperatura hacen que se considere normal 2-3 por año de estos episodios en un niño sano.

Sin embargo, una sana alimentación, vacunación completa, evitar exposición al humo de cigarrillo, aseo permanente de manos y el evitar que se llevan cosas a la boca son las medidas más eficaces para prevenir estas infecciones en la edad pediátrica.

Para los adultos los hábitos saludables de alimentación, ejercicio, hidratación, disminuir el consumo de cigarrillo y alcohol y así como la protección contra la inhalación de sustancias nocivas (como químicos, irritantes, cloro, combustibles) son quizás las medidas más importantes para prevenirlas.

Tips para la prevención y tratamiento de las faringitis y amigdalitis

1. Cuidar el tono y el uso de la voz (gritar, cantar, esforzar la voz constituye un factor irritante para las vías respiratorias superiores).
2. Evitar el carraspeo o aclaramiento de la voz (este mal hábito lastima las estructuras de la vía aérea).
3. Tomar agua con frecuencia (2 a 3 litros por día en adultos)
4. Disminuir el consumo de licor y cigarrillo
5. Evitar la exposición y la inhalación de sustancias irritantes (cloro, perfumes, aerosoles, químicos, solventes, pegantes, detergentes, combustibles, entre otros).
6. Evitar la exposición a aire frío y aire acondicionado frío (el aire frío seca e irrita las vías respiratorias).
7. Tratar oportunamente las alergias respiratorias y las enfermedades digestivas (gastritis y reflujo)
8. Disminuir el consumo de alimentos y bebidas irritantes y/o que favorecen el reflujo gástrico (lácteos, condimentos, picantes, salsas, grasa, embutidos, bebidas oscuras).
9. No comer tarde en la noche y no acostarse con el estómago lleno (se deben esperar al menos de 90 a 120 minutos entre la última comida y el momento de acostarse).
10. No se automedique y mucho menos consuma antibióticos sin una prescripción médica.


Artículos sugeridos

Ver más

Calificación:
Nombre:
Email:



Nuevo Mi documento
Nuevo Mi documento