La demencia es una enfermedad compleja que impacta tanto a los pacientes como a sus cuidadores. Involucra la alteración de funciones cognitivas clave, afectando la vida diaria y la independencia de quienes la padecen. En este artículo encontrarás información y recomendaciones de gran interés.

Según detalla la doctora Carolina Monsalve Muñoz, neuróloga de la Clínica Medellín, la demencia es una enfermedad que implica la alteración de varias funciones cognitivas, como la atención, la memoria, el lenguaje, la función ejecutiva, la función visoespacial y la orientación. Cuando una persona presenta alteraciones en una o varias de estas funciones y esto afecta su funcionalidad diaria, se dice que tiene demencia. La funcionalidad, explica nuestra invitada, se refiere a la capacidad de realizar actividades cotidianas, desde tareas instrumentales como manejar un automóvil, gestionar el dinero o usar un teléfono celular, hasta actividades básicas como bañarse, vestirse y alimentarse.
Tipos de Demencia
Según acota nuestra neuróloga invitada de Clínica Medellín, la demencia es un término amplio que abarca varios tipos, siendo el Alzheimer el más común. Otros tipos incluyen:
* Demencia Vascular: Resultante de problemas circulatorios en el cerebro.
* Demencia con Cuerpos de Lewy: Caracterizada por la presencia de depósitos anormales de proteínas en el cerebro.
* Demencia Frontotemporal: Afecta principalmente los lóbulos frontales y temporales del cerebro.
El término "demencia senil" se usa comúnmente, pero no es un término médico preciso ya que la edad por sí sola no debería ser considerada una causa directa de demencia.
Cuidados del paciente y del cuidador
Igualmente, nuestra invitada puntualiza que los cuidados necesarios para una persona con demencia dependen de la gravedad de la enfermedad. En estadios leves, los pacientes pueden ser independientes en sus actividades básicas y solo necesitan ayuda con tareas más complejas. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, los cuidados necesarios aumentan considerablemente.
Cuidados del Paciente: En las etapas más avanzadas de la demencia, los pacientes requieren asistencia constante para realizar actividades básicas. Es esencial que el cuidador o los cuidadores estén preparados para manejar esta dependencia creciente. Mantener una rutina constante es fundamental para evitar descompensaciones. Efectuar actividades complejas en los momentos del día en que el paciente esté más despierto y proporcionar un entorno seguro y bien iluminado ayuda a mantener la estabilidad.
Cuidados del Cuidador: Cuidar a una persona con demencia puede ser una tarea emocional y físicamente agotadora, lo que a menudo conduce al síndrome del cuidador. Este síndrome incluye síntomas como depresión, ansiedad, estrés, alteraciones del sueño y dolores musculares. Para evitar el síndrome del cuidador, se recomienda:
Distribuir la carga: No dejar que una sola persona asuma toda la responsabilidad. El cuidador principal debe buscar apoyo en familiares, amigos o personal especializado. En Medellín, el grupo de Neurociencias de la Universidad de Antioquia realiza charlas con cuidadores, y la página web https://cuidarmecuidarte.org/ ofrece recursos y documentos útiles.
Espacios de desconexión: Es importante que el cuidador tenga tiempo para sí mismo y realice actividades que le permitan desconectar y relajarse.
Educación sobre la enfermedad: Comprender la demencia y sus síntomas puede reducir la angustia del cuidador y ayudarle a manejar mejor la situación.
Grupos de apoyo: Participar en grupos de apoyo para cuidadores puede ofrecer un espacio para compartir experiencias y obtener consejos útiles.
Estrategias adicionales para el cuidado del paciente
Rutinas diarias: Mantener horarios regulares para levantarse, acostarse, comer y realizar actividades básicas.
Estimulación cognitiva: Involucrar al paciente en actividades que ejerciten el cerebro, como crucigramas, lectura, o aprender cosas nuevas.
Entorno seguro: Asegurarse de que el hogar esté libre de obstáculos y peligros, especialmente en áreas como ventanas y balcones, para prevenir caídas.
Interacción social: Fomentar la interacción social para prevenir el aislamiento, lo que puede acelerar el deterioro cognitivo.
Ejercicio físico: Mantener al paciente activo físicamente, lo cual es beneficioso tanto para su salud física como mental.
Comunicación clara: Hablar despacio, usar frases simples y mantener contacto visual para mejorar la comprensión.
Conclusión
La demencia es una enfermedad compleja que afecta tanto a los pacientes como a los cuidadores. Por ello, la doctora Carolina Monsalve Muñoz, neuróloga de la Clínica Medellín, exalta que entender los diferentes tipos de demencia, los síntomas y las necesidades de cuidado es crucial para manejar la enfermedad de manera efectiva. Igualmente afirma que los cuidadores deben cuidarse a sí mismos para poder proporcionar el mejor apoyo posible a sus seres queridos, manteniendo su propia salud física y emocional. Recursos como charlas educativas y grupos de apoyo pueden ser de gran ayuda en este desafío, concluye.