¿Sabías que los riñones desempeñan un papel clave en mantener el equilibrio del cuerpo? Cuidar de ellos a través de una alimentación adecuada es esencial para proteger tu salud y prevenir complicaciones.
En esta guía, te ofrecemos prácticos consejos de nutrición y algunas recetas diseñadas para apoyar la salud renal. Desde alimentos bajos en sodio hasta estrategias para controlar el potasio, descubrirás cómo cada elección alimenticia puede marcar la diferencia en tu bienestar. ¡Es hora de darle a tus riñones el cuidado que se merecen!
La enfermedad renal crónica está en auge
De hecho, se trata de la causa no transmisible de muerte que más ha incrementado en las últimas décadas. Todo esto se debe en parte al incremento de los casos de diabetes, obesidad e hipertensión. De continuar esta tendencia se estima que puede llegar a ser la quinta causa de fallecimiento en el mundo.
Esta afección renal se origina cuando los riñones están tan deteriorados que no producen la hormona antienvejecimiento llamada Klotho, o no realizan el filtrado de la sangre como deberían. Esto puede desencadenar en un mayor riesgo de envejecimiento acelerado, muerte prematura o la necesidad de tratarse mediante diálisis.
A esto hay que añadir que su detección precoz puede retrasarse debido a que no provoca síntomas al comienzo. Es en etapas más avanzadas cuando se notan los efectos secundarios, aunque no siempre son fáciles de reconocer, ya que suelen ser inespecíficos.
Los pacientes con enfermedad renal crónica en estadios avanzados pueden llegar a necesitar tratamiento renal sustitutivo con diálisis o trasplante. Por tanto, parece lógico hacer todo lo que esté en nuestra mano para evitar esta enfermedad y prevenir su desarrollo. En este sentido, la dieta juega un papel fundamental y puede ser clave para controlarla. Descubre cómo la alimentación saludable y otros buenos hábitos pueden ser muy beneficiosos para el riñón.
Dieta para cuidar la salud de los riñones
Nuestra alimentación es muy importante para la prevención de la enfermedad renal crónica, así como para evitar su progresión y para tratar los efectos secundarios graves que pueden aparecer en fases avanzadas, como el incremento de urea y fósforo.
Con una dieta equilibrada, variada y personalizada podemos proporcionar un aporte energético suficiente para cada caso, lo que ayuda a mantener el peso corporal, así como a evitar posibles déficits o malnutrición. Además, contribuye a no empeorar la situación de enfermedad renal ni glucémica.
Otro punto esencial es que la dieta en la enfermedad renal debe adaptarse periódicamente, según la fase en la que se encuentra. Por eso, se recomienda incorporar pautas nutricionales personalizadas, ya que de esta manera se pueden ajustar las calorías necesarias; los macronutrientes, como las proteínas; y los micronutrientes, en especial el sodio, el potasio y el fósforo.
Por otro lado, para cuidar la función renal es importante asegurar una correcta hidratación y realizar ejercicio.
Consejos dietéticos para la enfermedad renal
La alimentación en el día a día de los pacientes con enfermedad renal puede resultar compleja y monótona si no se cuenta con tiempo e imaginación para crear nuevas recetas. Por eso, nos ofrecen pautas dietéticas y opciones saludables.
Entre los parámetros a controlar y personalizar en la alimentación destacan:
* Cuidar el número de calorías. Es importante vigilar el aporte energético que necesitamos consumir al día para mantener un buen estado nutricional.
* Consumir proteínas. Es fundamental asegurar el aporte de este macronutriente. Por lo tanto, se debe aportar en las cantidades adecuadas para mantener una buena función renal y no provocar malnutrición.
* Ingerir micronutrientes. En concreto, son esenciales el sodio, el potasio y el fósforo. Así que debemos vigilarlos más cuidadosamente, y asegurarnos que van incluidos en la mayoría de los alimentos que consumimos cada día.
* Mantenerse correctamente hidratado. El agua es la principal bebida para conseguir una adecuada hidratación, así que no dudes en ajustar su ingesta. En este sentido, no conviene olvidar que una buena hidratación evita cálculos renales, otro problema del riñón muy común, especialmente en verano.
* Realizar ejercicio.
Una buena dieta debe compaginarse con la práctica de este hábito saludable. De esta manera, no solo conseguimos mantener el peso corporal con más facilidad, también es muy beneficioso para el organismo en general. En líneas general, se recomienda realizar media hora o una hora de ejercicio al día.